Entrevista SPORT

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ENTREVISTA | CARLOS SAINZ PILOTO DE AUDI

Sainz habla con SPORT: "El ritmo de carrera es brutal..."

"Es una carrera dura, en la que se va muy rápido y en la que hay que ser humilde”, asegura el español, actual líder del Dakar 2024

Clasificaciones del Dakar 2024 por categorías: coches, motos, quads y camiones

Carlos Sainz en exclusiva para SPORT: "El balance de la primera semana no puede ser otro que estar contento"

Carlos Sainz, en el día de descanso del Dakar / Josep Viaplana

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Carlos Sainz ha pasado con nota la primera semana del Dakar 2024 y ha llegado a la jornada de descanso como líder de una prueba que ya ha ganado en tres ocasiones y con tres marcas diferentes.

El piloto de Audi ha dominado con solvencia, pero afronta el reto con humildad, día a día y sabiendo por experiencia que no se puede bajar la guardia.

Fue el gran protagonista en el campamento de Ryadh. Satisfecho del trabajo de la primera semana, del acierto de las decisiones estratégicas que han tomado con Lucas Cruz y de la fiabilidad del coche, Carlos Sainz mira con tanto optimismo como prudencia una segunda semana que promete emociones fuertes.

Pregunta: ¿Cómo afronta la segunda semana liderando la prueba y después de ver como tres de sus grandes rivales han quedado eliminados de la lucha por la victoria?

Respuesta: Este día de descanso nos va a venir bien y para el coche es fundamental. El RS Q e-tron es complicado, requiere atención y en aprovechamos para cambiar algunas piezas. Tenemos cierta ventaja, pero ya hemos visto que en el Dakar media hora baila con facilidad de un lado a otro y somos conscientes que la prueba aún no ha acabado. Quedan etapas duras, con muchos kilómetros. Estamos contentos con el balance porque la primera semana ha sido muy positiva, pero hay que ser cautos. Vamos a afrontar la segunda con humildad.

P: ¿El principal enemigo?

R: Es todo un conjunto. Ekström y Loeb están cerca, pero Audi está en una excelente situación y tenemos que intentar aprovechar la oportunidad.

¿Imaginaba una primera semana con tanta solvencia?

Imaginas cosas y siempre en positivo, con lo que uno de los escenarios es llegar en una posición como la que he llegado al día de descanso. La primera semana ha sido buena, en la que ha habido un poco de todo, en la que hemos tomado decisiones arriesgadas, que no sabíamos a priori si eran buenas o malas, y en la que hemos tenido que correr mucho. El ritmo de la carrera ahora es brutal. No puedes gestionar si quieres ganar.

La fiabilidad del coche ha sido uno de los puntos destacados

El rendimiento ha sido genial, pero ya dije que veníamos mejor preparados que el año pasado. La principal preocupación de todos en el Dakar es la fiabilidad y cuando tienes un coche tan complicado como el nuestro ello se incrementa. El trabajo que ha hecho el equipo ha sido sensacional, pero todavía hay mucho más potencial por exprimir.

La principal preocupación de todos en el Dakar es la fiabilidad

¿Se ve ganador?

Mi experiencia dice que todo lo que no sea hablar del presente no sirve de nada. Hay que ir día a día y lo único que me preocupa es la etapa de mañana.

¿Ha sido más duro de lo que pensaba?

Está siendo duro. Los problemas y las diferencias que hay demuestran que no ha sido fácil para nadie. Trabajamos todo el año pensando en que podemos ganar la carrera y ello te mantiene la motivación y te llena de energía.

¿El Dakar a estas alturas solo se puede perder por un problema de fiabilidad?

No. Por infinidad de problemas. Está la fiabilidad, claro, pero también fallos mecánicos, errores humanos, de navegación o los míos, pero también es cierto que estamos en una buena posición y hay que aprovechar la energía positiva.

Lucas Cruz y Carlos Sáinz, junto al prototipo Audi RS Q e-Tron.

Lucas Cruz y Carlos Sáinz, junto al prototipo Audi RS Q e-Tron. / Audi

¿Siente tener la carrera bajo control?

Cuando vas detrás en el Dakar tienes que asumir más riesgos y con ello es más fácil ganar mucho tiempo, pero, a su vez, la experiencia te indica que cuando tomas muchos riesgos la carrera te acaba pasando factura. Si arriesgas y tienes suerte, de todas formas, puedes ganar muchos minutos y es una estrategia que muchas veces ha funcionado bien porque todos queremos ganar y tanto a Ekström como a Loeb, que nunca han ganado el Dakar, acabar segundo o tercero no les sirve.

¿La estrategia ha sido clave?

Es una exageración pensar que estamos liderando por la estrategia. Tienes que hacer una buena estrategia, claro, pero también conducir rápido, no cometer errores, ser regular y tener un coche fiable.

Es una exageración pensar que estamos liderando por la estrategia

¿Cómo se lleva la presión de que cualquier detalle lo puede llevar todo al traste cuando está trabajando todo el año por un objetivo?

Este es una situación en la que nos vemos envueltos todos los que luchamos por ganar el Dakar y, obviamente, unas veces sale bien y otras mal, como nos pasó a nosotros el año pasado.

¿Qué aprendizajes sacó de los dos primeros años con Audi que pueden ser decisivos en este tercer intento?

Todo es una evolución. Cuando empezamos la primera etapa de la primera edición ya pensábamos en mejorar el coche para la segunda y en el minuto uno del siguiente año ya empezamos a trabajar para este Dakar. Es un proceso continuo en el que siempre tratas de solucionar los problemas que te encuentras, sean de fiabilidad o puesta a punto. En este coche pasan cosas que no te han pasado antes y esto, ciertamente, te descoloca y hace que surjan más dudas. Es un reto tecnológico tan grande que es normal que pueda ocurrir, ya que lleva muchos más sensores, más motores y las probabilidades de que ocurra algo en estas condiciones tan duras del desierto son mayores.

¿Está contento de la diferencia de potencia entre este año y el año pasado tras los retoques que introdujo la FIA?

El primer año dije que era injusto que ir con la misma potencia y 100 kilos más. Este año está mucho más igualado y todos los coches estamos ganando etapas. Estos 15 kw era lo mínimo necesario para luchar en igualdad, ya que los años anteriores luchamos en desventaja.