Calentamiento global

Uno de cada cinco muertos por el calor extremo serán mayores de 60 años

En España, el calor excesivo mató en verano de 2023 a más de 2.100 personas más respecto a la mortalidad habitual por altas temperaturas

El calor se cebará en los mayores, según las previsiones

El calor se cebará en los mayores, según las previsiones / Efe

Verónica Pavés

Verónica Pavés

En un futuro donde las altas temperaturas sean insoportables, una de cada cinco muertes por calor extremo ocurrirán en personas mayores. El envejecimiento progresivo de la población ocasionará más fallecimientos por temperaturas extremas –también por las más bajas– debido a la vulnerabilidad que sufren estas personas.

A día de hoy, el 9% de la población es anciana. En 2050, las personas mayores representarán el 15% de la población española. Según las proyecciones población del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2050 en nuestro país habrá más de 19 millones de personas mayores de 60 años. Y en un contexto de cambio climático, donde el calor hará mella en la calidad de vida de los más vulnerables, esta circunstancia será vital para entender cómo se va a disparar la mortalidad debido a los extremos climáticos.

Hasta el momento, todos los modelos de predicción del futuro climático evidencian que las muertes por calor aumentarán y las de frío disminuirán. No en vano, es de suponer que el cambio climático suavizará las estaciones en las que los termómetros, tradicionalmente, manifiestan descensos más acusados.

La mortalidad en los meses de calor (especialmente en agosto) crecerá un 70% en España, según un estudio de 'The Lancet'

Un estudio publicado en ‘The Lancet’ por investigadores japoneses lo corrobora. La mortalidad en los meses de calor (especialmente en agosto) crecerá un 70% en España. En los inviernos, la reducción será del 7,5%. Sin embargo, algo no cuadra.

Una persona mayor, refrescándose en una fuente

Una persona mayor, refrescándose en una fuente / Levante EMV

No habrá menos muertos en invierno

“La realidad es más compleja”, concluye Dominic Royé, geógrafo físico de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), que insiste “los inviernos serán más suaves, pero eso no significa que no haya frío ni episodios de frío extremo”.

Royé, que lleva tiempo estudiando la mortalidad debida a las temperaturas extremas, se preguntó cómo afectarían estos patrones a una sociedad cada vez más envejecida y, por ende, vulnerable a este tipo de eventos extremos. “El envejecimiento nunca ha formado parte de las predicciones de mortalidad por el calor extremo”, explica. Esto provoca que muchos estudios calculen una mortalidad futura por temperaturas extremas menor de la que habrá realmente, y esto se aplica tanto en el caso del calor como en el frío.

“Los adultos mayores de 64 años suelen ser los más vulnerables al frío y al calor”, insiste Royé. Los mayores con problemas cardiovasculares, respiratorios y neurodegenerativos, como demencias, tienen complicaciones para adaptarse a los cambios de temperatura, lo que hace que su sistema inmunitario se defienda peor ante el frío o el calor. Cualquier cambio brusco puede generarle una patología que acabe requiriendo su ingreso en un hospital.

En el futuro “habrá muchas más personas mayores” y vulnerables a las que estos cambios bruscos o extremos en la meteorología les afectarán sobremanera. “Sin duda, una parte del aumento de la mortalidad futura ocurrirá fruto del envejecimiento”, revela.

El envejecimiento de la población afecta a la mortalidad por calor

El envejecimiento de la población afecta a la mortalidad por calor / Agencias

En concreto, según explica este investigador en un estudio publicado en la revista ‘Nature’, en España las muertes por calor aumentarán un 4,8% en un planeta con 3 grados más de temperatura. “En un escenario en el que no se tenga en cuenta el envejecimiento de la población, las muertes por frío se reducirían un 1,6%; sin embargo, al añadir esta circunstancia, el indicador podría aumentar hasta un 0,3%”, insiste el investigador. De tal modo que “la reducción de la mortalidad no se llega a percibir”.

Para el resto del mundo, se ha mostrado que en distintos escenarios de calentamiento global (a 1,5, 2 o 3 grados más) la mortalidad por el calor aumentará en un 0,5%, 1,0% y 2,5%, respectivamente. “Una de cada 4 muertes relacionadas con el calor pueden atribuirse al envejecimiento de la población”, relata.

Mortalidad por calor en España

Se estima que durante el caluroso verano de 2023 un total de 13.320 personas en toda España murieron debido a las altas temperaturas. Según los datos recopilados por la aplicación Mortalidad Atribuible por Calor en España (MACE), creada por Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), la Universidad de Valencia (UV) y la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), de esos fallecimientos, hubo 2.155 debidos al calor excesivo.

Según el balance de temporada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la temperatura media en España durante el verano de 2023 fue de 23,4 grados, lo que supone 1,3 grados más que el periodo de referencia (la media de los veranos de 1991 a 2020). El de 2023 se convirtió así en el tercer verano más cálido de la serie histórica, que comienza en 1961. El segundo más cálido fue el de 2003; y el primero, el de 2022.

De hecho, el de 2022 también fue el más mortal. Según la aplicación MACE, murieron 18.321 en España por las altas temperaturas. En concreto, 3.012 murieron por calor excesivo durante los 28 días de calor extremo que se registraron ese año. En ambos casos, mucho más de lo habitual. En 2018 se registraron 6 días de calor extremo, en 2019, 10; en 2020; 11 y en 2021 tan solo 5. 

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41467-024-45901-z

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