Neymar no puede ser 'otro Figo'

Neymar se debate en estos momentos entre el dinero del PSG y el proyecto del FC Barcelona. Entre una megaoferta de 50 millones de euros por temporada y la posibilidad de ser el relevo generacional de Messi. Entre convertirse en el futbolista más rico del mundo o en el futbolista número uno del mundo. No es fácil, por supuesto, elegir. Sobre todo para Neymar, que tiene tantas 'influencias' a su alrededor. Y no siempre positivas...

El crack brasileño (y su padre) tiene encima de la mesa el contrato que le ha ofrecido el FC Barcelona. Una renovación hasta el 2022 con una importante, sustancial, mejora económica. Neymar pasaría a ser el segundo jugador mejor pagado de la plantilla blaugrana, solo por detrás de Messi. Como es lógico. Pero Neymar es mucho más que un futbolista. Es una empresa. Y las empresas se mueven, sobre todo, por dinero...

El Barça nunca podrá pagarle lo que le paga el PSG. Ni de lejos. Porque no puede y porque no debe. Neymar debe aceptar las condiciones económicas que le propone el club blaugrana (¡que son muy buenas!) o pagar la cláusula de rescisión (190 millones de euros más IVA). Y, en este punto, creo que Neymar tiene que tomar una decisión vital para su carrera deportiva. Porque corre el peligro de convertirse en 'otro Figo'. Y eso sería intolerable. E insoportable.

El barcelonismo aún se retuerce en sus entrañas con la traición portugués. Y eso que ya hace 16 años que Figo 'huyó' al Real Madrid por dinero. Florentino Pérez compró su voluntad (y la de su agente) y el entonces presidente del FC Barcelona, Joan Gaspart, no tuvo capacidad de reacción. Cogió los 10.000 millones de pesetas de la época y se los gastó (malgastó) en Overmars y Petit. Y después pasó lo que pasó: el Barça entró en su época más oscura y turbia.

Neymar tiene que entender que si quiere ser futbolística y personalmente feliz debe seguir en el Barça. Y tiene que entender que, en el Barça, aún no puede ganar como un número uno, porque el número uno, todavía, es Messi. Neymar debe tener la paciencia suficiente para seguir creciendo, seguir ganando títulos y convertirse, dentro de muy poco, en el nuevo Balón de Oro. Y eso solo lo puede conseguir en el Camp Nou.