El PSG naufraga en Mónaco antes del Bayern

Los de Galtier hicieron un mal partido y fue Donnarumma el que evitó una goleada mayor

Con las ausencias de Messi y Mbappé, Neymar, que volvía de lesión, pasó desapercibido

Los jugadores del Mónaco celebrando su gol ante el PSG

Los jugadores del Betis celebrando su gol ante el Almería / AFP

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El París Saint-Germain naufragó estrepitosamente en el Louis II ante el Mónaco (3-1) y encadena su segunda derrota consecutiva tras caer eliminados en Copa. Los de Galtier, que entraron muy mal al partido, no jugaron bien y Neymar, que fue el único del tridente que jugó, estuvo desaparecido.

Mónaco - PSG FT

Ligue 1

3
1
Alineaciones
Mónaco
Nübel; Aguilar, Disasi, Maripán, Henrique; Diatta, Fofana, Camara (Matazo, 92'), Golovin (Jakobs, 80'); Ben Seghir (Minamino, 72') y Ben Yedder (Embolo, 72').
PSG
Donnarumma; Pembélé (Hakimi, 66'), Marquinhos, El Chadaille (Ramos, 46'), Bernat; Emery, Pereira (Gharbi, 59'), Vitinha (Kimpembe, 80'); Ekitike (Housni, 80') y Neymar.

Se adelantó el Mónaco nada más empezar gracias a Golovin. Una jugada de Fofana dentro del área, con un sombrero magistral, terminó en un pase para Ben Yedder, que remató contra el cuerpo de Marquinhos y que el rechace aprovechó el ruso para poner el primer tanto del partido muy pronto.

Poco después, error garrafal de El Chadaille, que se durmió y perdió el cuero en el área ante la presión de Diatta, se la dio a Ben Yedder y este solo ante Donnarumma, la cruzó a la perfección para hacer el segundo.

La primera media hora monegasca fue un vendaval y fue Donnarumma el que evitó una sangría mayor. A partir de ahí, el PSG empezó a reaccionar, presionando un poco más arriba y creando algo de peligro. Al filo del descanso, Soler en la frontal del área se la dio a Bernat, este llegó hasta línea de fondo, la puso al segundo palo para la entrada de Zaire-Emery, que la empujó a portería vacía.

Con el tiempo prácticamente cumplido de la primera mitad, Ben Yedder le ganó la espalda a la defensa y ante Donnarumma definió a la perfección ajustándola la palo.

Ese tanto hizo daño al París Saint-Germain y le acabó alejando mentalmente de la posibilidad de puntuar porque en la segunda mitad y pese a los cambios, se vio a un equipo muy gris, sin alma y que no confiaba en al remontada. De hecho, el Mónaco tuvo las más claras en la segunda mitad, y el marcador podría haber sido sonrojante para el equipo parisino si Donnarumma no hubiera estado muy inspirado.

Esta derrota no es un drama porque tiene suficiente margen en liga, pero el ambiente en el club no es el mejor para afrontar el decisivo duelo de Champions ante el Bayern de Múnich.