La Real Sociedad se da de bruces contra un muro

La Real Sociedad nunca llegó a sentirse cómoda danzando bajo la lluvia en El Sadar. A pesar de lograr reponerse del mal arranque y acaparar las acciones de peligro durante gran parte del segundo tiempo, los pupilos de Imanol Alguacil saldaron su visita al feudo de Osasuna con un punto que les hace perder comba en la lucha por la zona noble de la clasificación. Los rojillos acabaron dando por buenas las tablas, aunque el resultado también se antoja insuficiente para paliar su situación.

Osasuna llegaba al partido necesitado pero, para deleite de El Sadar, no acusó el 'gafe' de jornadas anteriores. Apenas habían transcurrido dos minutos cuando Rubén García levantó al público de sus asientos con un taconazo. La acción pareció más bonita que efectiva, pero Areso, el receptor, consiguió dotarla de peligro al enviar el balón al área. Allí esperaba Budimir, que aguantó hasta asistir a Moi Gómez en el tanto inaugural.

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El partido empezaba de la peor forma posible para la Real Sociedad, pero las malas noticias no habían acabado. A los 15 minutos, Barrenetxea tuvo que ser sustituído al notar molestias en su rodilla derecha. La secuencia hizo saltar todas las alarmas, ya que la lesión no vino precedida de ninguna entrada y abandonó el campo sin poder apoyar el pie sobre el suelo.

Sin la presencia de uno de sus jugadores más desequilibrantes, el conjunto 'txuri-urdin' parecía cortocircuitar cada vez que pisaba campo contrario. El único capaz de encontrar un resquicio en la zaga rojilla fue Umar Sadiq, que se abrió paso hacia la portería tras sortear a Catena en el centro del campo. Tras encontrar la distancia idónea, en una acción calcada a la de la jornada pasada ante el Sevilla, el nigeriano conectó un latigazo ante el que nada pudo hacer Herrera.

Si la primera parte estuvo marcada por las alternativas de ambos conjuntos, el paso por vestuarios vino acompañado de un cambio de guion. La Real Sociedad asumió las manijas del encuentro, arrinconando poco a poco a Osasuna en campo propio. Los de Arrasate parecieron cómodos en este nuevo escenario, sabiendo repeler a la perfección la mayor parte de las llegadas de los donostiarras.

A pesar del férreo ejercicio defensivo de los rojillos, la Real Sociedad estuvo cerca de celebrar el tanto de la remontada. Primero Kubo, con un disparo desde larga distancia, y luego Mikel Merino, cabeceando en boca de gol el rechace generado por el chut del nipón, gozaron de las ocasiones más claras del partido, pero ambas fueron repelidas por Sergio Herrera.