El Atlético pierde el tren del liderato en Gran Canaria

Las Palmas rompió su infortunio ante los rojiblancos y logró sumar de tres después de una segunda parte para enmarcar

La reacción rojiblanca, reafirmada tras el gol de Morata, fue tímida y llegó demasiado tarde

Resumen, goles y highlights del Las Palmas 2 - 1 Atlético de Madrid de la jornada 12 de LaLiga EA Sports

Alberto Teruel

En un ejercicio de valentía y buen fútbol, Las Palmas privó al Atlético de la posibilidad de asaltar el liderato. Las buenas sensaciones dejadas en la primera parte quedaron refrendadas con los goles de Kirian y Benito tras el paso por vestuarios, que pusieron fin a la racha de seis victorias consecutivas de los rojiblancos y a la hegemonía que hasta ahora habían mostrado en suelo canario a lo largo de la era Simeone.

Ni siquiera el tardío tanto de Morata y el arreón final de los rojiblancos, culminado con un zapatazo de Barrios que sólo Vallés pudo evitar que se convirtiese en el tanto del empate, pudieron evitar que los pupilos de García Pimienta recibiesen el merecido premio de los tres puntos, que amplían aún más el colchón de Las Palmas respecto a los puestos de descenso.

Se respiraba una atmósfera de día grande en el Gran Canaria. Más de 30.000 almas se reunieron en el feudo amarillo para alentar a los suyos que, pese a llegar en su mejor momento, afrontaban un desafío mayúsculo. El Atlético tenía la posibilidad de ponerse líder, y para hacerle frente debían dar el 200%.

Ya advertía García Pimienta en la previa que debían ser valientes para que no les pasasen por encima, y sus palabras resultaron premonitorias. El arranque del partido trajo consigo una versión muy ofensiva de Las Palmas, con Marvin Park martilleando constantemente desde el flanco derecho. Oblak tuvo que sacar los puños a pasear en varias ocasiones para que los peligrosos centros del canterano del Real Madrid no causasen daños mayores.

El Atlético parecía aturdido, pero se fue animando por el paso de los minutos. Una vez se hicieron con el control del partido, sus llegadas fueron incesantes, y sólo la clarividencia de Álvaro Valles pudo evitar que Riquelme estrenase el electrónico. El canterano rojiblanco pisó área libre de marca gracias a una genialidad de Antoine Griezmann al espacio, pero el guardameta amarillo se hizo gigante para frustrar el mano a mano.

Poco después, Munir alzó la voz ante el monólogo ofensivo de los de Simeone, y protagonizó la ocasión más clara de Las Palmas después de una finta exquisita. Su intento, sin embargo, se perdió por encima del travesaño.

Premio a la valentía

A pesar de haber perdido fuelle en el tramo final, Las Palmas volvió a protagonizar un inicio arrollador. Las llegadas de los amarillos fueron constantes, y no tardaron en ver recompensada su insistencia con el premio del gol. Este tuvo su origen en Moleiro, que sirvió un pase a la frontal cuyo destinatario parecía ser Javi Muñoz. Sin embargo, el centrocampista dejó pasar el balón entre sus piernas para favorecer la llegada de Kirian, que sorprendió conectando un latigazo ante el que Oblak no supo reaccionar.

No tardó en llegar la respuesta del Atlético, que encontró en Riquelme a su único efectivo fiable en una noche gris. El ex del Girona volvió a cabalgar por el carril izquierdo antes de pisar área e intentar sorprender a Vallés, pero la fortuna y la madera se aliaron con el guardameta.

Los chispazos de 'Roro' no eran suficientes para dar fluidez a un Atlético demasiado espeso, y Simeone trató de liderar la reacción desde el banquillo. La sorpresa fue mayúscula cuando se supo que Griezmann y Koke eran los sacrificados para dar entrada a Correa y Llorente, que no estuvieron a la altura de las circunstancias.

La precipitación con la que el conjunto rojiblanco buscaba el empate terminó jugando en su contra. Lejos de amilanarse, Las Palmas aprovechó el exceso de nervio de su rival para propinar un nuevo golpe. Aprovechando un error grosero de Mario Hermoso en salida de balón, Javi Muñoz recuperó y cedió el esférico a Munir. El exazulgrana encontró rápidamente a Benito en el flanco izquierdo que, sin pensárselo dos veces, buscó el palo corto de Oblak para ampliar distancias.

El Atlético parecía herido de muerte, pero ni mucho menos había dicho última palabra. Morata, haciendo gala de su recuperado instinto de 'killer', apareció entre centrales para poner la puntilla a un centro preciso de Riquelme y volver a meter a los rojiblancos en el partido. Entrando en el descuento, Barrios acarició el milagro con un zapatazo desde larga distancia al que Vallés respondió con su enésima parada. El rechace, sin embargo, cayó en las botas de Morata, que ya se relamía con la posibilidad de establecer las tablas, pero el travesaño terminó con esta posibilidad.