El Almería y su orgullo sacan un punto al Sevilla

Ocampos y Lukebakio habían marcado los goles de la remontada, pero Marezi apareció para sembrar la igualada final

El desafío del Bayern Múnich al Real Madrid

Resumen, goles y highlights del Almería 2 - 2 Sevilla de la jornada 28 de LaLiga EA Sports

Sebastián Vargas Rozo

Sebastián Vargas Rozo

Ya una victoria suena a utopía en Almería. Pero las alegrías no solo valen por tres puntos. Cuando el descenso es casi una realidad, bien viene la ilusión por pequeñas cosas. Lo vivieron los de Gaizka Garitano sacando un empate en el añadido ante el Sevilla, obra del tanto de Marezi tirando de orgullo (2-2). Antes, Lukebakio y Ocampos obraban la remontada tras el tanto inicial de Adri Embarba.

La última bala de los locales para la permanencia pasa por sumar inmediatamente, contrastado con la pobre 14ª posición del visitante, que fue quien más azotó la portería rival. Maximiano tuvo que sacar manos de donde no tenía para rechazar un mano a mano con Isaac y otro cabezazo de Kike Salas, apoyado en el travesaño para evitar el 0-1.

El propio Salas estuvo en peligro de revisión del VAR cuando haló la camiseta del 'Choco' Lozano. El colegiado De Burgos Bengoetxea decidió no sancionar nada, aunque la zaga hispalense le quedaban aún más sustos en el cuerpo.

De nada sirvió el disparo lejano de Moussa Sow, justo antes de ver cómo Adri Embarba se plantaba mano a mano con Orjan Nyland. El capitán quedó frente al área pequeña y, con la zurda, marcó el sorpresivo gol que abrió el luminoso. El milagro se acercaba.

Acuña, Suso y Dodi Lukebakio saltaron al césped. Y en los pies del belga estuvo la solución, como en la primera vuelta, cuando anotó un golazo ante el mismo rival en el Sánchez Pizjuan. Isaac condujo en el útlimo tercio y se la sirvió al extremo, que sacó la zurda calcando la definición de Embarba para decretar el 1-1 a menos de diez minutos del final.

Estaba sembrado el camino para la remontada. Y solo tardó cinco minutos en llegar, obra de un mar de rebotes en el área. Lucas Ocampos la capturó, buscó la volea y enterró la esperanza almeriense parcialmente. Aunque no de forma total: Marezi llegó con su cabeza para decir la última palabra. La del empate de un equipo que agoniza, pero sonríe en su lecho de descenso. Su rival, ahogado, sigue plantado en tierra de nadie.