Ultraderecha

Triple crimen de miembros del colectivo LGTBI+ en Argentina en pleno auge de los discursos de odio de Milei

El presidente de Argentina, Javier Milei, sube el tono de su discrusto contra las personas LGTBI+.

El presidente de Argentina, Javier Milei, sube el tono de su discrusto contra las personas LGTBI+. / AP

Abel Gilbert

Dos décadas atrás, Andrea Amarante había salvado su vida cuando se incendió 'Cromagnon', un local de conciertos de rock en la capital argentina, donde murieron 194 personas. Aquella tragedia se desencadenó porque un asistente a la presentación del grupo 'Callejeros' encendió una bengala y las chispas se propagaron de manera letal. Amarante falleció el pasado domingo en un hospital bonaerense con el 75% de su cuerpo quemado. Tenía 42 años y fue víctima de un crimen de odio, en un momento en que reverdecen esos discursos muy cerca del poder político. Justo Fernando Barrientos había incendiado la habitación donde ella vivía con otras tres mujeres del colectivo LGBTI+ de las cuales solo una, Sofía Castro Riglos, todavía respira. Pamela Cobas y Roxana Figueroa, quienes tenían una relación sentimental, murieron con el 90% del cuerpo chamuscado por el molotov que había arrojado el atacante.

En la madrugada del domingo 5 de mayo, Barrientos lanzó el explosivo mientras las mujeres dormían. El humo y las llamas las despertaron e intentaron abandonar el cuarto. Pero el agresor les cerró el paso a golpes y patadas. La policía intervino. También los bomberos. Las víctimas fueron llevadas de urgencia a un hospital cercano. El juez Edmundo Rabbione debía determinar lo que, para los que presenciaron el hecho y colectivos LGBTI+ es evidente: se trató de un triple feminicidio agravado por el odio a la orientación sexual. De acuerdo con los medios locales, que han citado testimonios de vecinos del lugar, Barrientos solía llamar a las inquilinas "engendros", "tortas (lesbianas)", "gordas sucias"

El triple crimen provoca por estas horas un doble estremecimiento. De un lado, las características del episodio: Barrientos pasó de sus palabras a los hechos. Y eso tuvo lugar casi en coincidencia con una intervención homofóbica de Nicolás Márquez, el biógrafo oficial del presidente argentino Javier Milei. El autor de 'Milei, la revolución que no vieron venir', fue invitado a 'Y ahora quien podrá ayudarnos', un popular programa radiofónico que presenta Ernesto Tenembaum, y aprovechó el micrófono para defender a la última dictadura militar (1976-83), negar que numerosas mujeres habían sido violadas por los represores, desconocer el robo de hijos de madres desaparecidas y, también, calificar de insanas a las personas de otra orientación sexual. Sus palabras provocaron actos de rechazo en distintas ciudades argentinas, así como en la Feria del Libro, en el marco de la presentación de su libro.

Revuelo y temor

"Nos juntamos porque entendemos a la perfección que los discursos de odio que circulan en los medios repercuten directamente en nuestras vidas. Nicolás Márquez dijo que las personas que pertenecemos al colectivo LGTBI+ tenemos conductas autodestructivas. Hay que entender que esos discursos cuestan vidas", dijo Jesi Hernández, activista de dicho colectivo, cuando todavía era incierto el destino de las mujeres atacadas.

El apologista de Milei se presenta socialmente como experto en "terrorismo, contraterrorismo y narcotráfico", formado en la Universidad Nacional de Defensa de los Estados Unidos y el Opus Dei. Sus relaciones con protagonistas de la represión de los años setenta no lo sonrojan. Ha escrito 'La guerra civil en Argentina', 'Perón, el fetiche de las masas', 'La dictadura comunista de Salvador Allende' y, junto con Agustín Laje, 'El libro negro de la nueva izquierda'. Asegura tener un "80% de coincidencias" con el presidente ultraderechista. En algunos aspectos es mucho más radical que el anarco capitalista.

Años atrás, su exesposa lo denunció por violencia familiar y, consignó el diario Página 12, "por abuso sexual contra la hija de ambos, de cuatro años". Cuando la mujer quedó embarazada, "Márquez le exigió que abortara y comenzó a pegarle por su negativa". Por entonces, el prolífico escritor era una figura marginal, asociada a nostálgicos del pasado régimen militar. Con el Gobierno de Milei, Márquez ha adquirido un nuevo peso político. Es uno de los portavoces de la "batalla cultural" y, en ese contexto se presenta en los medios que, sin matices, califica de "zurdos" aunque sean cultores de la moderación. "Hay conductas objetivamente sanas y conductas objetivamente insanas. Entonces, cuando el Estado promueve, incentiva y financia la homosexualidad, como lo ha hecho hasta la aparición de Javier Milei en escena, está incentivando una conducta autodestructiva", dijo días atrás.

Según Márquez, "una persona de tendencia homosexual vive 25 años promedio menos que una persona heterosexual por varias razones. Tiene siete veces mayor propensión a las drogas y 14 veces mayor propensión al suicidio. El 80% de las personas en Occidente con VIH son homosexuales, siendo, según el Ministerio de Salud de Estados Unidos, el 2% de la población. El 75% de las personas que tienen enfermedades de transmisión sexual, o sea hepatitis B, hepatitis C o enfermedades menos dañinas como la gonorrea, etcétera, son homosexuales. Tienen cuatro veces mayor propensión al tabaquismo, cuatro veces propensión mayor al alcoholismo". Son, en definitiva, "invertidos".

Sus dichos suscitaron una catarata de repudios locales e internacionales, desde el cantante Ricky Martin al escritor Jaime Bayly. Márquez se sintió no obstante victorioso. "Solo me atacaron bailarines, chimenteros y almas conflictuada y/o avergonzados de sí mismos. ¿Nunca un comentario intelectualmente digno?".

Regreso al pasado

Tenembaum se preguntó tras la entrevista "cuál es la real distancia" entre los libertarios que gobiernan Argentina y "las ideologías más totalitarias del siglo XX". Más allá de las analogías entre el presente y aquel pasado, el periodista reconoce que desde 1983, cuando este país retomó su senda institucional "ningún presidente ha tenido tan cerca a personas con estas ideas. No es casualidad. Milei coquetea todo el tiempo con este tipo de miradas".

Hace 110 años y no sin escándalos se estrenó en la ciudad de Buenos Aires la obra teatral 'Los invertidos'. Su autor, el anarquista José González, abordó todos los prejuicios, aversiones y pudores que giraban en la época alrededor de la homosexualidad. Uno de los personajes, un connotado doctor, dice al comenzar la obra que investiga el caso de un "desgraciado hermafrodita". Y añade: "hay una ley secreta... extraña, fatal, que siempre hace justicia en esos seres, eliminándolos trágicamente, cuando la vida les pesa como una carga... Irredentos convencidos... el suicidio es ‘su última, su buena evolución". De acuerdo con Tomás Rodríguez, de la revista 'Noticias', aquel drama de González ha "vuelto a escena de la mano" del biógrafo y amigo del mandatario. Ahora, el teatro es la propia Argentina donde se consuma un triple crimen de odio.