Un desequilibrio que dura demasiado

El Girona arregló el pasado sábado en Vallecas lo que parecía un nuevo despropósito lejos de Montilivi. Los de Míchel se vieron desbordados en la primera parte por un Rayo que, tranquilamente, habría podido dejar el partido sentenciado con algo más de acierto. No lo hizo y los gerundenses cambiaron radicalmente la cara en la reanudación para acabar sumando un punto y quedarse con la sensación de que incluso era corto. Aun así, el duelo en Vallecas evidenció, una vez más, la gran asignatura pendiente del equipo esta temporada.

No es la carencia de gol, ni mucho menos, siendo el cuarto equipo más anotador de LaLiga. La fuga viene detrás, donde el equipo no sabe poner el candado y el hecho de recibir goles ya es un hábito. Tanto es así que ya lleva 41 encajados en 26 jornadas, lo que supone una media de 1’64 goles en contra por partido. Una cifra que solo empeoran el Elche (51), el Almería (45), el Espanyol (42) y el Sevilla (42).

Deshacer el equilibrio en la balanza entre los goles a favor y los goles en contra es algo que obsesiona a Míchel. El técnico continúa sin encontrar la tecla para cerrar la sangría que martiriza al equipo y que lo obliga a multiplicarse en defensa y a tener que marcar casi cada partido más de un gol para puntuar. 

Una sola portería a cero

Hay que recordar que el Girona tan solo ha sido capaz de dejar una vez la portería a cero durante toda la temporada. Fue en la victoria contra el Valencia en casa (1-0). Además, el average general prácticamente durante todo el curso ha sido favorable a los goles encajados y el técnico trata de encuentrar la fórmula para acabar con este desnivel.

Ahora, el balance general es de -1, con 40 goles a favor y 41 en contra, y durante casi todo el curso ha sido siempre negativo o nivelado (menos en tres jornadas). La peor desventaja goleadora ha sido hasta ahora de -4 y se ha producido un par de veces.

Eso sí, l balance de goles de -1 que tiene el Girona es el noveno de toda la categoría y supera, positivamente, incluso equipos que están por encima en la clasificación como Osasuna (-5), Celta (-3) o Mallorca (-5).