La nueva vida de José Sambade: de entrenador de porteros de la selección española a dirigir una academia

El ex entrenador de porteros del Depor y de la selección española tiene ahora una academia con once sedes

Su etapa en la selección con Luis Enrique al frente se convirtió en una pesadilla

Xane Silveira

25 años de carrera permiten trazar una trayectoria envidiable por todos los puntos de la geografía europea. Su innovadora metodología le permitió dar el salto desde el Deportivo hasta algunos de los grandes escenarios continentales: Besiktas, Mónaco, Fulham o, recientemente, la selección española. Ahora, apartado del mundo de clubes, aguarda una nueva oportunidad que pueda suscitar su hambre deportiva mientras dirige su propia academia, que cuenta ya con once sedes en toda España. La principal, en la que trabaja a diario, se encuentra en Pastoriza (Arteixo). Divididos en dos etapas formativas (7-12 años y 12-17), centra el día a día del trabajo en todos aquellos aspectos técnicos que deben perfeccionar los guardametas y a los que no se llega en el día a día con los clubes.

Sambade cree que los porteros de las nuevas generaciones han perdido calidad en ciertos aspectos que tratan reforzar en la academia: “Se está dejando un poco de lado patrones técnicos y se mira mucho lo táctico o lo condicional, se está olvidando un poco el tema técnico, que es la gran base de todo y desde donde hay que partir, nuestra idea de trabajo empieza ahí”.

El entrenador de porteros considera que se atiende a otras tareas, como el juego de pies, que aunque tienen una importancia clave terminan tapando lo más importante: “Echo de menos que salven goles”. “En cuanto a parar, yo creo que se ha bajado el nivel”, remarca.

Día a día, en sus diferentes escuelas, que llevan el sello de su trabajo y experiencia todos estos años, niños de todas las edades acuden a prepararse mental, física y técnicamente. Cuentan con acuerdos con los clubes, que los envían de facto para que puedan perfeccionar y alcanzar un nivel de preparación mayor. Para Sambade también es volver a los orígenes; “Hace 25 años empecé con la base, que creo que es algo que me gusta mucho. Ahora creo que, partiendo de toda esta experiencia, me apetecía volver a hacerlo por mi cuenta y con mi forma”.

El método Sambade incluye, en sus palabras, juntar la importancia en “la técnica”, con la “parte lúdica”, que la considera primordial. No obstante, el cambio de trabajar en clubes profesionales de la máxima élite a hacerlo con niños es notorio. En los grandes clubes juegan algunos “elegidos” a los que hay que “ayudar a mejorar su rendimiento con pinceladas”, mientras que quien acude a su academia es como un libro en blanco. “Aquí con los chicos es crear”.

Destaca que para él, la ilusión de trabajar con la máxima élite o personas que se están iniciando “es la misma” porque “simplemente veo un portero que quiere mejorar”.

José Sambade considera que la formación en su academia es y debe ser siempre compatible con entrenar en un equipo de fútbol, ya que le parece que es indispensable y no es, ni mucho menos, su objetivo sustituir al trabajo en grupo. Sin embargo, reconoce que es habitual que los equipos no tengan los medios para preparar pacientemente con los porteros: “Solo los grandes tienen un entrenador específico”. De hecho, explica, es habitual que sean las propias entidades las que envíen a los niños” para que tengan ese punto extra en su formación.

El entrenador de porteros sigue todavía la actualidad del club coruñés, del que se desligó en 2013. Aunque no es partidario de las rotaciones, destaca la fortaleza de Ian Mackay, con quien compartió entrenamientos y a quien comprende: “Esto es fútbol profesional, ¿sabes? La cabeza es un factor muy importante del fútbol, tanto durante un partido como durante una temporada. Entonces hay que gestionar ese tipo de emociones y saber llevar los momentos malos. Hay que aprender a llevar el error”.

Pasar página tras la selección española

Roberto Sambade tocó la cúspide del fútbol cuando se incorporó como entrenador de porteros a la selección nacional. En una etapa que debía ser mágica, se terminó convirtiendo en una pesadilla en la que no estuvo cómodo bajo las órdenes de Luis Enrique. “Es el sueño de todo técnico, pero ya es pasado, no me puedo regocijar, tengo que mirar al frente y pasar página”, afirma. En ese futuro próximo se imagina, eso sí, regresando a la dinámica de clubes. Sin embargo, no lo hará a cualquier precio, pues considera que la próxima aventura tiene que “llamar” su “atención”. Está “abierto” a la posibilidad, aunque ahora mismo también disfruta con la academia y las distintas conferencias que realiza por todo el planeta. La última, online, en México.

“Ahora mismo es una etapa y la estoy disfrutando mucho. Estoy muy centrado en ello, pero para nada está cerrado volver a trabajar en el mundo profesional”, remarca Sambade, enfrascado en el día a día de su academia, aunque con el objetivo de volver, algún día, a la élite.