No todos pueden tener su final feliz

En unos tiempos donde despedir a tus máximas leyendas parece estar a la orden del día, Jesús Navas ha meditado su decisión de abandonar el Sevilla contra todo pronóstico para tener una despedida a la altura de su leyenda. El campeón del mundo sí tendrá su propio final feliz, una renovación hasta diciembre que ha llegado de la manera más inesperada posible.

Ha sido una mañana de infarto como pocas se recuerdan en Nervión. Las despedidas siempre cuestan, aunque cuando se trata de la marcha de tu mayor leyenda cargando contra la directiva del propio club, pocos escenarios se presentan más oscuros. En esta casa de los horrores particular que se ha convertido el Sevilla, Jesús Navas cumplirá su deseo de continuar al frente del equipo hispalense una temporada más.

La capital hispalense amanecía esta mañana sabiendo que su mayor ídolo había expuesto delante de toda la afición sevillista las incoherencias de una junta directiva que acumula despropósitos semana tras semana. La marcha de Jesús Navas se había vendido como una decisión personal del jugador de dar un paso al margen, aunque el campeón del mundo reconocía que seguía esperando una llamada de José María del Nido Carrasco que parecía nunca llegar. Las promesas del presidente de renovar de por vida a su jugador de poco servían para un Jesús Navas harto de ser ninguneado a estas alturas.

Anticipándose a una tormenta que estaba por llegar, el presidente tomó la decisión de acudir a rueda de prensa para aclarar la situación. Se defendió, contra todo pronóstico, desmintiendo a Jesús Navas. La versión del jugador era equivocada, ya que su decisión se había tomado hacía meses. El presidente, por su parte, había acordado abordar su renovación a final de temporada. El lío estaba montado...

Un final inesperado

Cuando todo parecía perdido, Del Nido Carrasco lanzaba una última cuerda a modo de oferta de renovación vitalicia a su jugador en rueda de prensa. El presidente ganaba tiempo con una propuesta que no tardó ni dos horas en aceptar Jesús Navas, que recapacitó su decisión para seguir vinculado a su Sevilla hasta diciembre. El esperpento se acrecentaba cada vez más cuando, en la misma comparecencia, el presidente anunciaba que su entrenador Quique Sánchez Flores no continuaría la próxima temporada. Una mañana, como mínimo, para el recuerdo.

Un acuerdo cerrado en cuestión de horas, una renovación después de anunciar su marcha después de toda una vida en el equipo... sea como fuese, Jesús Navas tendrá su final feliz particular en Sevilla. Se convertirá en un caso singular de los últimos tiempos; Allegri ha sido fulminado de la Juventus después de ganar la Copa de Italia, mientras que Xavi parece que también tiene los días contados al frente del FC Barcelona después del circo protagonizado por el club con su entrenador en las últimas semanas. Puede estar agradecido la mayor leyenda del sevillismo de poder tener una marcha a la altura de su nombre. Más quisieran otros en su situación...