La entrevista más sincera de Michael Robinson

El gran legado de Michael Robinson

El gran legado de Michael Robinson / sport

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Michael Robinson era y es uno de los periodistas más queridos por los aficionados al fútbol. Ahora, unas semanas después de su fallecimiento, se ha publicado dentro del proyecto VidaCaixa, una conversación que mantuvo el julio del año pasado con la psicóloga deportiva, Patricia Ramírez, y con Pedro Herráiz, representante de la ONG Cooperación Internacional.

En ella habla de varios temas interesantes y deja varias pinceladas que dejan entrever como era Michael Robinson. “El cáncer solo me matará una vez. Mientras yo sigo disfrutando de la vida. No tengo miedo a morir, tengo miedo de no vivir mientras estoy vivo. No estoy enfadado con la vida. Si la vida se mide por cuotas de felicidad yo tenía que haber muerto hace 15 años".

Del cariño de la gente dice que “el fracaso y el éxito son dos impostores, son tan traidores. Ni somos tan buenos ni somos tan malos. Cada vez que comento un partido en Barcelona piensan que soy merengue y en Madrid que soy culé. Entiendo esas emociones y trabajo bajo la lupa pública. Pero si yo presto atención a todo eso o soy un fantasma o me ahorco. Estoy blindado y por eso había olvidado lo que la gente piensa de mí. Al hacer público que tenía 'pupa' me sorprendió mogollón el cariño de la gente".

Por último, Michael habló del mayor orgullo de su vida. "Casarme con mi mujer. Es mi novia desde la infancia y ya nos tuteamos. Y tenemos una nieta. Todo el orgullo que tengo de mi familia es porque he conocido a mi mujer. Fue la mejor decisión que tomé nunca. Si fuera por algo profesional, haber jugado con el equipo de mis amores (Liverpool), no ganar nada porque me decepcionó un poco, gritas campeones, campeones y ya está. Al ponerme la camiseta roja me sentí un elegido. Y eso que nunca llegué a ser el futbolista que quise ser. Como periodista me hubiera gustado haber aprendido castellano (risas)".