La encrucijada que tiene la directiva del Barça con el banquillo del femenino

Continúa la tormenta en Can Barça después de que SPORT desvelara la existencia de problemas internos entre la plantilla del femenino y el técnico Lluís Cortés. Diferencias irreconciliables que provocaron que el vestuario pidiera a Markel Zubizarreta, team manager, un relevo en los banquillos tras la consecución del triplete histórico logrado esta temporada.

Esta petición llegó a la penúltima Junta directiva del Barça, donde se debatió el caso de manera extensa y con severa “preocupación” por las consecuencias que pudiera tener. Sin embargo, en un primer momento, la directiva decidió dar apoyo al entrenador de Balaguer y este lo evidenció en sus palabras el día después a la publicación de la noticia: “Saber que el club confía en nosotros, en este proyecto, y que tenemos que ser fuertes en este equipo, es lo más importante de todo”, explicó Lluís Cortés el día después, dando a entender su voluntad y convicción a seguir la próxima temporada al frente del equipo. Al fin y al cabo, hace apenas un mes y medio se anunció su renovación por una temporada más y él parece convencido de que no hay motivos para que no sea así.

Este lunes, sin embargo, Catalunya Radio dio nuevos detalles del caso y desveló la postura de Markel Zubizarreta. Una postura que, en lugar de alinearse con la del técnico -partidario de introducir retoques pero con él al frente-, coincide con el sentir de la plantilla. Y es que el ‘team manager’ del Barça femenino aseguró que las diferencias entre vestuario y Cortés eran irreconciliables y que lo mejor sería un relevo en el banquillo. Y que si este no se producía, no descartaba dar un paso al costado. Es decir, desentendiéndose de la decisión de la Junta y renunciando a asumirla como propia.

Llegados a este punto hay una pregunta clara: ¿Qué opciones tiene la Junta directiva del Barça si las jugadoras y el director deportivo consideran que lo necesario es un cambio de entrenador? ¿Tiene sentido, si la Junta tiene toda la información en su poder -y sí, la Junta conoce al detalle todo lo sucedido-, mantener su confianza en un proyecto que podría empezar la próxima temporada herido de muerte? 

La respuesta parece evidente por más que desde fuera pueda parecer extraño que se cambie al técnico que ha llevado al Barça a un triplete histórico, haciéndolo además alcanzando casi la perfección. Sin embargo, la clave del tema es que no se está hablando de un capricho ni una rabieta de la plantilla. Ni de un chantaje para rebajar la exigencia. Todo lo contrario. Hay argumentos a nivel deportivo y extradeportivo que justificarían ese cambio y que deberían darse precisamente para optar a mantener el nivel alcanzado este año. 

¿Y ahora qué?

Con todo esto sobre la mesa, la pelota está en el tejado de la Junta directiva del Barça, que tiene cada vez menos tiempo para tomar una decisión definitiva, no solo porque la liga acaba este domingo -tras el duelo contra el Eibar la plantilla cogerá vacaciones y empezarán a a anunciarse altas y bajas- sino porque cada día que pase pueden ir apareciendo nuevas informaciones, rumores y especulaciones sobre un problema que todas las partes consideran que ha de tratarse de manera interna.