El Palamós, en picado

La goleada encajada el pasado domingo (4-1) en el campo del Vilajuïga -un equipo semiaamateur-, es fiel reflejo de la crisis social, económica y deportiva en la que vive inmerso actualmente el Palamós CF, decano del fútbol catalán. Hasta el actual entrenador del equipo, Jordi Condom -toda una institución en el club-, que ha vivido "situaciones de todo tipo como jugador, director deportivo y ahora, entrenador", asume que "esta es, sin duda, la crisis más grave". Su equipo ocupa hoy la 17ª posición de Tercera y flirtea, pues, con el descenso a Catalana.

Condom vivió sobre el terreno de juego la época dorada del club, con Emili Caballero en la presidencia y Waldo Ramos en el banquillo. Entonces el Palamós pasó, en pocos años, de Primera Territorial a Segunda A... y estuvo a un paso de ascender a Primera División. Tras seis temporadas en la categoría de Plata, el equipo descendió en la 94-95 dos 'peldaños' de golpe -uno por causas deportivas y otro por impagos- y, ya en Tercera, empezó su particular via crucis, anclado en esta categoría y con breves incursiones en la Segunda B -dos acensos, tres temporadas-.

Eso sí, el club pudo festejar su Centenari -Kelo Martí presidía el club en el 98- con uno de estos saltos de categoría. A continuación llegó la etapa más surrealista, la del excéntrico Piterman. El equipo también subió una vez, pero, a su marcha, el club quedó en situación económica y social límite, al borde de la desaparición.Más tarde llegaría el desembarco del promotor inmobiliario Pere Luque, con el que se descendió a Tercera... para no volver ni tan siquiera a jugarse una promoción de ascenso a Segunda B...

Hace cuatro años y medio, el empresario local David Ferragut se marcó el objetivo de relanzar la entidad con un trabajo serio que permitiera obtener al club la estabilidad que le había faltado en los últimos años. El pasado verano, Ferragut -quien ya ha asegurado que "descender a 1ª Catalana no sería ninguna deshonra"-, se vio forzado a continuar, pero dejará la presidencia a final de año... con la incertidumbre de saber si llegarán los ingresos necesarios para cumplir los compromisos con los jugadores, que ya acumulan dos meses de retraso en el pago.

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