AUDIENCIA PROVINCIAL DE BADAJOZ

Juicio por la muerte de Manuela Chavero: la hora del jurado popular

Tras cuatro días de vista oral, este jueves comienza la deliberación para emitir el veredicto sobre la culpabilidad o no de Eugenio D., el único acusado

La fiscalía mantiene la petición de prisión permanente revisable por asesinato para ocultar una agresión sexual y añade otro delito por violación por el que pide 15 años de cárcel

Juicio por la muerte de Manuela Chavero: la hora del jurado popular.

Juicio por la muerte de Manuela Chavero: la hora del jurado popular. / EP

Belén Castaño Chaparro

Tras cuatro días de vista oral en la Audiencia Provincial de Badajoz, el jurado popular inicia este jueves por la tarde la deliberación para determinar si Eugenio D. es culpable o no de la muerte de Manuela Chavero, la vecina de 42 años de Monesterio desparecida en julio de 2006 y cuyo cadáver fue encontrado más de cuatro años después, en septiembre de 2020, en una finca propiedad del acusado, que ha declinado utilizar su derecho a la última palabra.

Las partes y el tribunal se han reunido a puerta cerrada para abordar el objeto del veredicto, que se entregará a los 9 miembros del jurado (6 hombres y 3 mujeres) para que comiencen a deliberar.

En la última sesión del juicio, que arrancó el lunes, tras la declaración de los peritos del Instituto Nacional de Toxicología, las partes han dado lectura a sus conclusiones definitivas. El fiscal, José Luis Vaquera, las ha modificado. Así, además de solicitar la prisión permanente revisable por el asesinato para ocultar una agresión sexual, ha añadido otro delito independiente de agresión sexual por violación con extrema gravedad, por el que pide 15 años de cárcel, y ha introducido las agravantes de ensañamiento y de género.

Las dos acusaciones particulares, en manos de Verónica Guerrero (representa a los padres y la hermana de Manuela Chavero) y Fernando Fontán (a los dos hijos y al exmarido), así como la acusación popular, que ejerce Patricia Catalina en nombre la Asociación Clara Campoamor, se ha adherido a las modificaciones del ministerio fiscal. Las tres partes mantienen también los seis delitos contra la integridad física (2 años de prisión por cada uno de ellos).

En concepto de responsabilidad civil, la cuantía global que se reclama a Eugenio D. asciende a 500.000 euros.

Por su parte, la defensa, que solicita la absolución de su representado, ha pedido al presidente-magistrado, Emilio Serrano, que no admitiera las modificaciones de la fiscalía, al considerar que sitúan a su cliente en una situación de "indefensión" por ampliar los hechos que se le imputan. Esta solicitud no ha sido admitida porque, según ha alegado Serrano, porque no se han introducido hechos nuevos y el sujeto activo sigue siendo el mismo.

José Luis Vaquera, fiscal.

José Luis Vaquera, fiscal. / S. GARCÍA

En su alegato final, el fiscal ha asegurado, tras las pruebas prácticas, ha quedado acreditado que Eugenio D. llamó a la puerta de Manuela Chavero la madrugada del 5 de julio y que, con una excusa, hizo que la acompañara a la vivienda familiar que tenía en la calle Cerezo, a solo unos metros de la de ella. Allí, según ha relatado, aprovechándose de su superioridad física y de que la casa tenía ventanas y puertas cerradas, por lo que la víctima no podía pedir auxilio ni huir, la violó, le dio una "paliza descomunal" y la mató "posiblemente asfixiándola presionando la rodilla su cuerpo".

Ensañamiento

"Manuela estaba absolutamente indefensa", ha recalcado Vaquera, quien ha insistido en que la versión de una muerte accidental por un tropiezo y una caída al suelo que da el acusado no solo es "inverosímil", sino que ha quedado desmontada por las pruebas, porque Manuela Chavero no presentaba ninguna lesión en la parte trasera del cráneo, pero sí traumatismos en la cara, la nariz, las costillas, el suelo de las órbitas oculares y pérdida de piezas dentales, resultado de ser golpeada "brutalmente y de manera innecesaria, incrementando su sufrimiento", lo que demuestra que hubo "ensañamiento". Estas lesiones no fueron, según ha dicho, porque se cayera el cuerpo de la pala del tractor cuando lo transportaba a la finca ni por las tierras y piedras que le echó encima para enterrarlo en su finca.

"Era una persona normal, con la mala suerte de que se cruzó en su vida un depravado sexual"

José Luis Vaquera

— Fiscal

"Buscó su propio placer sexual con el sufrimiento de la víctima", ha asegurado Vaquera. El fiscal entiende que se ha probado que el único móvil de Eugenio D. fue el sexual, que fue "expresamente" a buscarla a su casa para agredirla sexualmente. "Era una persona normal, con la mala suerte de que se cruzó en su vida un depravado sexual", ha afirmado. A pesar de que no hay pruebas directas de la violación, existen, según muchos indicios, de la misma. En este sentido, ha recordado que el acusado reconoció de manera espontánea a los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ante la creencia de que podrían encontrar restos biológicos en los huesos, que si hallaban semen, sería suyo, pues tuvieron relaciones sexuales consentidas la noche de la desaparición.

A ello, ha proseguido, se suma el trastorno sádico sexual que presenta, según el perfil que trazaron de él los especialistas de la Sección de Análisis del Comportamiento de la Guardia Civil, así como que le quitara la ropa interior y la quemara, lo que hizo no para que no fuera descubierta si las alimañas escarbaran en el lugar donde la enterró -sobre la que quiso echar hormigón-, sino para eliminar cualquier rastro biológico.

En cuanto a las atenuantes que plantea la defensa por colaborar con la justicia y haber reparado parcialmente el daño al consignar 75.000 euros en el juzgado para las indemnizaciones, el fiscal no los considera justificados. Así, ha señalado que si Eugenio D. confesó el lugar donde había ocultado el cadáver durante más de 4 años fue porque se vio "acorralado" y para asegurarse "una situación ventajosa, no por ayudar", pues la UCO lo habría localizado. Con respecto a la reparación del daño, ha señalado que entregó el dinero ha señalado que se vio obligado a vender la finca para que no se la embargaran y que la cantidad consignada es "solo el 15%" del total que se le reclama.

"El sufrimiento de Manuela Chavero tuvo que ser horrible e intenso; ella no puede defenderse y tenemos que hacerlo en su nombre", ha dicho al jurado popular.

Cabos sueltos

En su turno, la abogada de los padres y la hermana de la víctima, ha compartido todos los hechos narrados por la fiscalía y ha insistido en que Eugenio D. tenía "el crimen planeado". "La sacó de un lugar seguro y se la llevó a un entorno seguro para él". En este sentido, ha recordado que durante el juicio se ha acreditado que el acusado no llevaba su móvil encima para evitar ser ubicado en el lugar de la muerte, pero no tuvo en cuenta que las cámaras de vigilancia que situaron a su coche en la zona y el consumo de luz en la calle donde Manuela murió lo delatarían. "Dejó cabos sueltos", ha subrayado.

Verónica Guerrero, abogada de los padres y la hermana de Manuela.

Verónica Guerrero, abogada de los padres y la hermana de Manuela. / S. García

Verónica Guerrero, que no ha podido romperse al final de su alegato, ha recalcado que los forenses han determinado que la causa más probable de la muerte de Manuela fue la asfixia y que el estrangulamiento es una de las hipótesis, pero que también pudo morir por presión o ahogada en su propia sangre. En cualquier caso, la muerte fue violenta y no accidental y hubo "un ensañamiento clarísimo, porque aumento deliberada e inhumanamente su sufrimiento".

"Él es el primero que abrió esa posibilidad al decirle a los investigadores de la UCO que si hallaban semen, sería suyo"

Verónica Guerrero

— Abogada de los padres y hermana de Manuela Chavero

La abogada ha insistido en que la ausencia de restos biológicos no significa que no existan otras evidencias que demuestren la agresión sexual que, según ha asegurado, el propio acusado "confesó". "Él es el primero que abrió esa posibilidad al decirle a los investigadores de la UCO que si hallaban semen, sería suyo". "Violó y mató a Manuela porque era mujer y porque él tiene distorsionado el concepto de libertad sexual de la mujer. La mató porque la violó", ha defendido Guerrero, que ha reiterado que Eugenio D. miente en su relato de principio a fin. "Es absolutamente mentira lo que nos cuenta", ha recalcado la letrada.

Patricia Catalina, abogada de la Asociación Campoamor.

Patricia Catalina, abogada de la Asociación Campoamor. / S. GARCÍA

"No condenarlo por agresión sexual sería premiarle por el enterramiento de Manuela durante cuatro años", ha asegurado Guerrero, que ha mostrado su "admiración" por la familia de la víctima, que, pese a su sufrimiento, ha permanecido en la sala durante todos los días del juicio.

"La prisión permanente revisable es necesaria para mantener a este sujeto fuera de la sociedad", ha dicho la abogada de la Asociación Clara Campoamor. Patricia Catalina ha subrayado que Manuela tuvo una muerte "dura y triste", por lo que la pena que se imponga a su autor debe ser "acorde al hecho que cometió". "¿Alguien piensa en esta sala que puede ser reinsertado?", ha peguntado la letrada, que ha insistido en que la prisión permanente revisable es "la pena justa".

"La prisión permanente revisable es necesaria para mantener a este sujeto fuera de la sociedad",

Patricia Catalina

— Abogada de la Asociación Clara Campoamor

Fernando Fotán, abogado de los hijos y el exmarido de Manuela Chavero.

Fernando Fotán, abogado de los hijos y el exmarido de Manuela Chavero. / S. GARCÍA

También el abogado del exmarido y los hijos de Manuela, que tenían 14 y 6 años cuando desapareció, ha defendido que Eugenio D. merece "el máximo castigo" tras el resultado de las pruebas. "Si se le condena a 25 años solo por asesinato, siendo un preso ejemplar como está siendo, a mitad de la condena seguramente estará en la calle", ha advertido. En este sentido, se ha referido a otras mujeres con las que el procesado vivió episodios violentos en el pasado. "Estarán pensando que podrían haber sido ellas", ha dicho.

"Si se le condena a 25 años solo por asesinato, siendo un preso ejemplar como está siendo, a mitad de la condena seguramente estará en la calle"

Fernando Fontán

— Abogado de los hijos y el exmarido de Manuela Chavero

El letrado ha calificado de "irrisoria" la versión de los hechos dada por el acusado para tratar de justificar las lesiones de la víctima. "El asesinato es evidente y la agresión sexual también", ha afirmado el abogado, quien ha recordado que el imputado "no ha pedido perdón ni se ha arrepentido". "Su inocencia ha quedado destruida en estos cuatro días y no se puede atenuar ni un ápice la pena que se le imponga", ha concluido.

José Antonio Carrasco, abogado de Eugenio D.

José Antonio Carrasco, abogado de Eugenio D. / S. GARCÍA

Por su parte, la defensa de Eugenio D., José Antonio Carrasco, ha señalado que en este caso se está tratando de replicar el de Diana Quer, la joven madrileña asesinada y violada por Enrique Abuín en Galicia, al que se condenó a prisión permanente revisable, aunque no había pruebas directas de la agresión sexual porque mantuvo a la víctima escondida en un pozo durante 500 días.

El abogado ha asegurado que los perfiladores de mentes han adaptado "a su conveniencia" los criterios para presentar a su representado como un sádico sexual y justificar una supuesta agresión sexual, pero solo han utilizado testimonios, un "pretendido caso" de conducta sexual violenta con una joven y las páginas y mensajes a varias prostitutas.

"En el juicio de Diana Quer, del que bebe este, había pruebas indiciarias basadas en un patrón de conductas previas y actuaciones judiciales, no conjeturas", ha sostenido.

"En el juicio de Diana Quer, del que bebe este, había pruebas indiciarias basadas en un patrón de conductas previas y actuaciones judiciales, no conjeturas"

José Antonio Carrasco

— Abogado de Eugenio D.

Así, ha pedido al jurado popular que se centraran en dirimir qué pruebas están acreditadas y cuáles no, porque, según ha manifestado, a su cliente "se intenta imputar unos hechos para gravar un tipo de delito básico como es el homicidio".

Carrasco ha insistido en que no existió premeditación, que Eugenio D. quería devolverle una cuna y que por eso fue a su vivienda. "Que entra en su casa y ha fallecido allí está acreditado, pero no el modo", ha aseverado.

Sin validez probatoria

En cuanto al móvil sexual, la defensa ha cuestionado las dos supuestas pruebas en las, según él, se basan las acusaciones: la declaración de los agentes de la UCO sobre el semen y el testimonio de los perfiladores de mentes. En este sentido, ha recordado sobre la primera de ellas que las manifestaciones "espontáneas" que no son corroboradas por otros hechos acreditados no tienen validez, por lo que no se podría aceptar como prueba.

Con respecto a las lesiones, ha insistido en que la de las órbitas de los ojos solo han sido señaladas por el antropólogo forense de la acusación particular y que "algunas" de las otras fracturas, según los expertos, pudieron deberse al enterramiento. "El patrón completo de las fracturas no sabemos donde ocurrió", ha dicho.

Carrasco ha defendido que la confesión tardía de su cliente "fue útil y relevante" para que la UCO encontrara el cuerpo de Manuela Chavero, así como que su cliente, "dentro de sus posibilidades", ha consignado todo el dinero que ha podido para hacer frente a posibles indemnizaciones. Por contra, ha considerado que la agravante de género no está justificada "porque solo se basan en que actuó un hombre contra una mujer, pero no es ese el requisito que se exige", sino que se necesita acreditar "que este concreto acto lo hizo por demostración muy grave contra el hecho femenino", ha concluido.