Punto agridulce en el debut europeo del Nuevo los Cármenes

Teuta Durrës, Lokomotivi Tblisi, Malmö y PSV. Las cuatro víctimas del Granada en su primera temporada en la Europa League. Cuatro victorias consecutivas antes de la primera lección en Europa. No llegó la derrota pero si el primer tropiezo. El PAOK, en el debut del Nuevo los Cármenes en las competiciones europeas, se llevó un empate sin goles ante un versión desmejorada de los rojiblancos.

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Europa League

GRA

0

0

PAO

Alineaciones

Granada
Rui Silva, Vallejo, Germán, Herrera (Jorge Molina 59'), Neva, Gonalons (Yan Brice 90'), Milla, Machís (Duarte 90'), Puertas, Kenedy (Soro 73') y Suárez (Montoro 73').

PAOK
Zivkovic, Ingason, Varela, Crespo, Rodrigo (Wagué 75') Schwab, Douglas, Giannoulis, Zivkovic, Colak (Swiderski 69') y Murg (El Kaddouri 70').

Goles

Sin goles.

Árbitro

Tiago Martins (Portugal) T.A.: Yangel (45'), Vallejo (67') / Rodrigo (25'), Giannoulis (64'), Zivkovic (74')

Incidencias

Estadio Nuevo los Cármenes

No todo iban a ser alegrías para el Granada. Los primeros 45 minutos para los de Diego Martínez fueron flojos y si los helenos se hubieran ido con ventaja en el marcador nadie hubiera dicho nada. El PAOK demostró más ambición y pese a desentenderse del balón, fueron los que crearon las mejores ocasiones.

Los nazaríes estaban demasiado hundido sobre el terreno de juego y llegar hasta la portería del conjunto griego costaba demasiado. Esto y la falta de fluidez en la circulación de balón, penalizaban a los rojiblancos. En cambio, el conjunto entrenado por Abel Ferreira, necesitaba muy poco para plantarse en el área del Granada. Además se beneficiaron de un ambiente tenso con algun que otro rifirrafe.

Varela avisó primero con un remate mordido pero el que rozó el gol fue Schwab que prolongó un centro medido de Ingason que solo la madera pudo repeler. El susto se quedó en el cuerpo de los de Diego Martínez que apenas gozaron de un disparo forzado de Darwin Machís. Faltaba desborde y algo más de participación de un Luis Suárez errático.

La charla de Diego, no se esperaba menos, tuvo efecto en sus jugadores. El Granada salió con una marcha más y en cinco minutos ya habían creado más que entoda la primera mitad. Ahora era el PAOK el que estaba constantemente con las líneas demasiado retrasadas y al que le costaba enlazar más de cinco pases seguidos. 

Esa efervescencia inicial se diluyó con el paso de los minutos y ni la entrada de hombres como Jorge Molina lograban activar ataques más constantes. Entró por parte del PAOK un viejo conocido del aficionado del Barça. Moussa Wagué disputó los últimos 15 minutos de partido sin pena ni gloria. No creó apenas peligro en su función de carrilero diestro.

El punto empezó incluso a ser positivo en los últimos compases del partido donde los helenos merodearon de nuevo la portería de un Rui Silva que tuvo que intervenir en un par de ocasiones. Incluso reclamaron un penalti que si lo pitan no pasa nada. Pero no hay VAR. Cuatro puntos de seis. ¿Alguien no lo hubiera firmado al salir las bolas del bombo? Lección europea: todos los rivales son complicados. Más que satisfechos en Granada.