BALONCESTO - EUROLIGA

El CSKA Moscú vuelve a reinar en la Euroliga

El CSKA Moscú vuelve a tocar el cielo ocho años después de su último título tras batir en la prórroga a un Fenerbahce que empató de forma épica un partido que tenía prácticamente perdido

De Colo fue decisivo para el CSKA Moscú

De Colo fue decisivo para el CSKA Moscú / sport

Sergio Vera

El CSKA Moscú regresa por fin al olimpo del baloncesto europeo. Tras ocho años de larga sequía, proyectos millonarios que se quedaron por el camino, decepción tras decepción en las últimas Final Four... el conjunto ruso vuelve a alcanzar la gloria. Dimitris Itoudis le ganó la partida a su mentor y maestro Zeljko Obradovic y lo hizo imponiéndose en otra final esquizofrénica para la historia. 

De un segundo cuarto colosal de los moscovitas que dejaba el partido prácticamente sentenciado a la reacción de fe y orgullo de los turcos. Mil y una mini batallas en una película que acabó con el equipo ruso conquistando la cima. El conjunto moscovita consiguió así su séptima corona desde que existe la Euroliga.

Y eso que los rusos coquetearon hasta el límite con un nuevo desastre en el que los fantasmas del pasado volvieron a aparecer esta vez en Berlín. En 2012 una remontada imposible de Olympiacos les apartó del título en el último segundo y cuatro años después la historia estuvo a punto de repetirse. Fenerbahce consiguió remontar 21 puntos en los últimos 15 minutos teniendo incluso la posibilidad de ganar con un último tiro de Udoh - imparable con 16 puntos y 11 rebotes -  que no entró. 

Dixon (17 puntos), Sloukas (10 puntos) y Datome (16 puntos) remaron contra viento y marea para llevar al conjunto turco a su primera corona europea de la historia pero faltó dar ese último empujón tras una reacción épica de los de Obradovic. Y ahí apareció Khryapa para salvar la cabeza de los suyos.

A falta de 1.9 segundos, tras un tiro de Teodosic que escupió el aro, el alapivot ruso se elevó para anotar tras rebote ofensivo y poner el 83-83 con el que se llegaría al final de los 40 minutos.

Fenerbahce hizo lo más difícil, ponerse por delante con dos tiros libres de Sloukas a falta de 20 segundos pero el CSKA Moscú resurgió de sus cenizas porque no quería perder, otra vez, una final que tuvo en sus manos.

Caprichos, o no, del destino, cuando más tocados estaban los moscovitas, los de Itoudis supieron reponerse del desastre en el tiempo extra y aprovechar la segunda oportunidad que la diosa fortuna les entregaba en Berlín. Cinco minutos en los que los rusos recuperaron la entereza, se abonaron a la sangre fría de De Colo (22 puntos y 26 de valoración) y Teodosic (19 puntos, 7 asistencias y 29 de valoración) y controlaron las emociones mejor que su rival minimizando sus errores. Y esta vez sí, Moscú pudo sonreír desde lo más alto.