El clásico más especial... en el homenaje a Navarro

Barça y Madrid auguran, de nuevo, un duelo de emociones fuertes

Barça y Madrid auguran, de nuevo, un duelo de emociones fuertes / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Entre clásico y clásico de fútbol, le llega este viernes el turno al clásico de basket... en versión europea. El Palau Blaugrana albergará un pulso Barça-Madrid que, por diversos condicionantes, será más especial que nunca. Y es que será la primera vez que ambos midan sus fuerzas tras la pasada Copa del Rey que conquistó el Barça Lassa y que propició una campaña mediática en Madrid por su polémico desenlace.

Un ‘maremoto’ que, por ahora, parece haber amainado un tanto...pero sólo de momento.

A nivel estrictamente deportivo, el Barça buscará el cuarto triunfo consecutivo. De lograrlo daría alcance al Anadolu Efes en la cuarta plaza, la última que garantizará el factor pista en los play-off. Y es que los turcos cayeron este jueves en el derby de Estambul ante el Fenerbahçe...y la próxima semana recibirán precisamente al Barça Lassa.... Una gran ocasión.

Enfrente, el Real Madrid -ya con el billete matemático para los play-off en el bolsillo- busca ahora certificar su plaza entre los cuatro primeros. Los blancos, ojo al dato, han vencido en los tres últimos clásicos europeos y además tendrán ganas de ‘vendetta’.

Por tanto si, de por sí, estos duelos son de máxima intensidad y dureza el de este viernes puede marcar hitos al alza. Todo un papelón para los árbitros.

En el Barça estarán en principio, todos los que son mientras que en equipo de Pablo Laso seguirá sin estar Trey Thompkins.

Un choque de estilos con un Barça que intentará llevar a los blancos a su terreno a partir de impedirle anotar con fluidez ejerciendo como la segunda mejor defensa de la Euroliga (75.5 puntos de media). Y ya se sabe que si los blancos no pueden correr comienzan los problemas.

Como siempre, el partido promete. Un pulso que tendrá como prolegómeno la ceremonia de la retirada de la camiseta de Juan Carlos Navarro. El excapitán -azote blanco durante muchos años- se merece un gran homenaje. Y sin duda el triunfo de su Barça sería el mejor epílogo.