Espanyol: un vaso ‘medio lleno’ con una plantilla ‘medio vacía’

Los largos y agónicos minutos que vivió el Espanyol en la segunda parte parecían opacar lo que mostraron en la primera media hora ante el Rayo Vallecano. Dominio total, exprimiendo hasta la última gota de la intensidad que pide Diego Martínez para esta temporada, arrinconando a los de Iraola, que jugaban con once primero y con diez después. Pero el fallo de Sergi Gómez, injusto o no, fue mortal para las intenciones blanquiazules. 

A partir de ahí, la cuesta se hizo imposible de remontar, y el segundo gol de los capitalinos sepultó las opciones de un equipo que no encontraba las respuestas. Tres pelotas en los postes, dos de Javi Puado y una de Edu Expósito, pero ningún punto en las manos en el estreno en casa. No faltaron oportunidades si se quiere ver el vaso medio lleno, pero la plantilla sigue sin tener las soluciones ni en el once ni en el banquillo.

Sensación de inseguridad

Capítulo aparte merece lo poco firme que se encuentra el equipo en la zona de la retaguardia. No han sido responsabilidad de Benjamin Lecomte los goles rayistas, pero cada vez que los de Iraola se acercaban a la portería la defensa perica hacía aguas. 

Brian Oliván, lateral izquierdo que ha firmado dos correctas presentaciones en ambos partidos de LaLiga, no logró dar con la tecla del porqué de este fenómeno. “El equipo intenta ser agresivo y con la presión muy alta. Se nos ha dado bien, pero nos han llegado cuatro veces en dos partidos y nos han marcado cuatro goles. Al final, todo es contundencia de áreas. Intentaremos revertir la situación y que nosotros lleguemos ocho veces y metamos ocho goles”, sentenció. El objetivo colectivo es poder ver el vaso medio lleno.