Tomar decisiones... de futuro

La primera decisión que debe tomar el Espanyol es la continuidad o no del entrenador

La primera decisión que debe tomar el Espanyol es la continuidad o no del entrenador / Joan Monfort

El último y decepcionante empate (0-0) del Espanyol confirma que el final de liga se hará largo, muy largo; eterno. A falta de ocho jornadas para la conclusión de la temporada, el equipo se encuentra ‘en tierra de nadie’: a cuatro puntos de la décima plaza (el nuevo objetivo para maquillar la campaña) y a ocho del Levante que fija la salvación. El vestuario -dicen- se ha conjurado para no ‘dejarse ir’, pero las sensaciones que deja el partido ante el Alavés apuntan a todo lo contrario.

la entidad necesita urgentemente un líder

El club vuelve a atravesar una fase complicada tanto a nivel institucional como deportiva. La llegada de Mr. Chen a una entidad que estaba en quiebra técnica ha servido para dar la imprescindible estabilidad económica que debía sentar las bases de un nuevo y ambicioso Espanyol. Sin embargo, la institución está (o lo parece) descabellada; no tiene un líder que transmita un mensaje claro ni una figura que aglutine a los aficionados. El nuevo Director General Corporativo, Roger Guasch, aún no ha hablado, no ha explicado ni el plan ni la situación en la que se encuentra el club; mientras que la mejor virtud de Óscar Perarnau, Director General Deportivo, no es precisamente su habilidad de palabra. Todo queda en manos de los vicepresidentes Carlos García Pont y Adolf Rousaud, hombres de Chen Yansheng, pero con poco calado en la afición.

los líos y la decepción de los resultados

La pasada campaña el papel de mensajero/líder lo asumió Quique Sánchez Flores, persona de discurso fácil, pero su figura empieza a estar agotada. Su acercamiento al Stoke City le ha penalizado mucho y, encima, los resultados le han sido adversos lo que le ha llevado a perder el carisma que tenía. Su negociación con el Stoke fue solo el primer lío, no el único. El segundo ha sido el ‘caso Pau’, muy mal gestionado desde la entidad que, encima, no ha tenido capacidad para frenar la campaña que se ha organizado en contra del joven canterano. Mezclen estos líos con la decepción que se ha apoderado de la afición, desilusionada por la trayectoria del equipo, y tendrán el cóctel en que se ha convertido hoy el Espanyol. Un club sin alma, sin líder y sin proyecto... o eso parece.

recuperar, sí o sí, a la afición para la causa

Tan preocupante, o más, que los resultados y la imagen que transmite el equipo es la fuga de aficionados. La caída es continua. La prioridad es recuperar a la masa social con un próximo proyecto atractivo, pero al mismo tiempo con un mensaje claro y sincero. No pide mucho más el perico. Lo trascendental es que no se sienta engañado como ha pasado esta campaña. Se filtró Europa y, al final, ha sido lo mismo de casi siempre. Ni chicha ni limoná. Ya se han visto las consecuencias, la gente ha dado la espalda.

hay que tomar decisiones de futuro

El equipo está obligado a acabar la temporada con dignidad. El camino no es lo visto el domingo. Pero la entidad, por su parte, debe ya tomar decisiones. Decisiones de futuro. Estamos hablando, concretamente, de Quique Sánchez Flores. Es el momento de sentarse en la mesa las dos partes y hablar ‘a calzón quitado’., con sinceridad y sin especular. ¿Quiere seguir Quique? ¿Está el Espanyol por la continuidad del técnico? Deben tomar una decisión, aunque no la hagan público, para que, en caso de que se produzca el adiós (que lo parece) se pueda cerrar la contratación del nuevo entrenador y, a partir de ahí, construir el nuevo proyecto.

No cansemos a las figuras

Es necesario planificar un proyecto que sea atractivo para la afición y mantenga la ilusión de los jugadores importantes. Por ejemplo, Gerard Moreno.  Es el ídolo por el compromiso mostrado con la entidad, pero no le cansemos y que algún día busque la puerta de salida.