Serrasolses: "Pese al peligro no me imagino una vida lejos del río"

Aniol Serrasolses saltanto La Leona, río Claro (Chile)

Aniol Serrasolses saltanto La Leona, río Claro (Chile) / Diego Astorga

Ariadna Valls

Aniol Serrasolses, kayakista extremo del equipo de Redbull, nació en Bescanó, un pequeño pueblo de Catalunya pero ahora recorre el mundo en busca del mejor río. A los 12 años empezó a practicar el piragüismo, lo que no sabía es que acabaría viviendo de este deporte. Perderse en la naturaleza, desafiar los ríos más rápidos y las cascadas más altas es su estilo de vida. Este 2018, el atleta catalán de 27 años , además de ser premiado como kayakista del año, también se ha hecho con el premio "Best Waterfall" y "Expedition of the year", de los White Water Awards; y también fue el ganador del "Northfork Championship".

¿Cómo descubres y te introduces en este deporte?

La verdad es que descubrí el deporte de pura casualidad... Nací en un pueblito cerca de Girona donde el kayak no era muy conocido. Fue Gerd, mi hermano mayor, quien me introdujo al deporte cuando tenia sólo 12 años. Solíamos ir a entrenar al río Ter después del colegio con nuestras bicicletas y un remolque adaptado para los botes.

El kayak extremo es un deporte en el que te expones diariamente a arriesgar tu vida.  ¿Qué es lo que te lleva a hacerlo?

Soy consciente del peligro pero no me imagino una vida lejos del río. Todos los deportes extremos implican riesgos…Tienes que ser un atleta responsable y muy dedicado para practicar el kayak con control. Además de entrenar la parte física o técnica, también tengo cursos de rescate en aguas bravas y apnea, por nombrar algunos... Para mí ha sido posible empujar los limites del deporte de forma segura.

Estar dentro del equipo de Redbull es el mayor sueño de un deportista extremo, pero cada vez tienes retos más altos. ¿Crees que ya has superado tus límites?

Si que es un sueño representar a una marca que respalda a los atletas extremos más talentosos del mundo. Red Bull me ha apoyado de forma incondicional y es, en gran parte, gracias a ellos que he llegado a lo más alto de mi deporte. Siempre recuerdo cuando me dieron la gorra y entre asombro y emoción entendí que estaba dentro del equipo.

El kayak me ha permitido superar mis limites de forma constante y redefinir lo que se pensaba imposible en el deporte. Cuando creo que llego al tope aparece un proyecto más interesante y más ambicioso. Todavía quedan muchísimos retos que me hacen sentir vivo y motivado.

Has saltado una de las cascadas más altas, 42 metros se dicen rápido...¿Qué sientes segundos antes de saltar?

El ritmo de mi corazón se dispara, repaso todos los movimientos una vez más dentro de mi cabeza, proyecto los escenarios posibles, cuestiono por qué estoy ahí en ese momento, recuerdo esa sensación de euforia desmedida, me mojo la cara con agua fría, respiro profundamente, remo hacia la corriente y me entrego.

Se podría decidir que tu casa está en el río. Viajas por todo el mundo en busca de sitios nuevos. Norteamérica, Nepal, India, Perú, Chile, México, Colombia...muchas vivencias por contar. ¿Con qué te quedas de todas estas experiencias?

Me encanta viajar, es de los mayores placeres en mi vida. He tenido el privilegio de disfrutar nuevos paisajes cada día y enriquecerme de culturas distintas. Después de 10 años remando alrededor del mundo ya no existe ese único lugar al que puedo llamar “mi casa”, parte de mi corazón está en cada río.

También pero, has vivido situaciones turbias en estos países. En Colombia, por ejemplo, tuviste problemas con un grupo armado…

En abril de 2017 junto a otros 4 amigos estuvimos retenidos por el frente primero de las FARC durante 5 días… Estábamos en un viaje de 1600km en lo más profundo de la selva amazónica, nuestro plan era remar desde la sierra colombiana hasta Brasil.

Fue una experiencia fuerte pero de mucho aprendizaje para todos… De alguna manera fuimos parte de un conflicto complejo que lleva más de 50 años de enfrentamiento en la zona. Dialogando de forma pacífica pudimos acercarnos a su versión de la historia y adaptarnos a un estilo de vida de supervivencia en la selva. Es cierto que las más grandes aventuras empiezan cuando se termina lo que tenias planeado.

De 365 que tiene un año, más de 300 los pasas recorriendo ríos, ¿cómo lo gestionas con el entrenamiento físico y tu vida personal?

Gran parte de mi entrenamiento físico la realizo mientras remo en el río, en secciones planas por ejemplo o trabajando con el peso de mi kayak en los portajes. Además me preocupo por mi alimentación y descanso.

Es difícil llevar una vida “normal” dedicándose a este deporte de forma profesional. Aunque trato de mantener un balance paso mucho tiempo en lugares remotos totalmente desconectado. Estoy muy agradecido por la paciencia y apoyo incondicional de los míos.

A parte de remar, diriges junto a tu hermano Gerd Serrasolses un programa educativo sin ánimo de lucro y que ha ganado el premio "Non profit kayak session paddler's award" en 2018. ¿De dónde surge el SB Program?

El kayak nos lo ha dado todo y sentimos que es momento de devolverle al río y la comunidad. Serrasolses Brothers Program es una iniciativa de desarrollo sostenible que promueve el deporte y la conservación de ríos. Funciona como una escuela itinerante de kayak que beneficia a niños con mucho talento y motivación pero pocos recursos para remar. Hemos hecho ediciones en India y Chile, la próxima es en Perú y tenemos una larga lista de destinos.

Tras ser premiado como kayakista del año de los Paddlers Awards 2018, ¿qué esperas de este 2019? ¿Qué proyectos tienes?

Este año se presenta con altas metas en el ámbito competitivo, empiezo el tour con muchas ganas de conquistar nuevamente el título mundial de kayak extremo. En el ámbito de expediciones estoy terminando de preparar mi cronograma y hay un primer descenso en la Patagonia que me tiene el corazón robado. No puedo adelantar mucho pero también se vienen colaboraciones interesantes con atletas muy reconocidos de otras disciplinas y proyectos en medios alternativos al río. También quiero dedicarle aún más a mi fundación para lograr dos ediciones en lo que resta del 2019.