Al Sevilla le toca un agrio bombón

Le sonrió la suerte al Sevilla. Al final será el Dortmund, el rival, a priori, más asequible de los cabezas de serie, con la ida en el Pizjuán (17 de febrero) y la vuelta en Alemania (9 de marzo). Pero los cohetes habrá que dejarlos, de momento, aparcados en el baúl. Los de Lopetegui afrontan una de las eliminatorias más abiertas que nos dejan estos octavos, con solo dos precedentes favorables a los sevillistas (una victoria y un empate en la UEFA) y con dos equipos que no han terminado de encontrarse en este inicio de temporada.

El Sevilla no es el de la campaña pasada. Le falta coger velocidad. Todo lo contrario que el Dortmund, al que le sobra velocidad y le falta entereza. Quizás por eso ha caído Favre. Ahora llega Edin Terzic, asistente del suizo. que aterriza en el banquillo y veremos si estará para el doble enfrentamiento en Champions. 

Pronóstico incierto

Si por lo general es harto complicado hacer pronósticos a dos meses de los octavos, hacerlo con este Dortmund en construcción constante y con nuevo técnico lo hace imposible. Más si cabe con un equipo tan joven, que tiende a la irregularidad. Aun así, por calidad no será. Los Sancho, Reyna, Bellingham y compañía llevan el peligro en sus venas. Y qué decir de Haaland. 

El noruego es el buque insignia, capaz de anotar seis goles en solo cuatro partidos de competición, claves para lograr el liderato ante la Lazio. Habrá que ver cómo vuelve a principios del año que viene tras lesión, pero en él está buena parte del peligro ‘borusser’. Frenar al ‘9’ de moda en Europa será una de las claves de la eliminatoria para un Lopetegui que está especialmente ilusionado con esta Champions.

Su equipo hizo una buena fase de grupos, a excepción del duelo en casa ante el Chelsea, y ahora quiere demostrar que el cartel de favorito no le va a venir grande. Seguir sumando resultados en Liga será la mejor receta. Atractiva eliminatoria.