Isco, Asensio y Lucas, aire para Zidane

A.Alcázar

Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, tuvo que recurrir a los meritorios para dar un golpe de timón al partido ante el PSG. Isco fue la referencia del juego blanco hasta que lo cambió, y la irrupción final de Asensio y Lucas Vázquez fue definitiva para desnivelar un marcador igualado y, sobre todo, el control de un partido del que se había adueñado el equipo de Unai Emery con un cambio táctico que le duró poco, quitar a Cavani para fortalecer la medular con Alves y situando a Meunier de lateral. Pero la aparición de Asensio y Lucas Vázquez fue certera y letal para los intereses del PSG, que vio pasar un bólido a su lado que le hizo dos goles en los últimos diez minutos…y gracias.

Cuando peor estaban las cosas para el Real Madrid Zidane decidió mover las piezas de su tablero para ganar un partido que iba empatado y que se le empezaba a escapar de las manos. Hasta entonces, Isco había guiado la nave dando sentido al juego, apareciendo con libertad y repartiendo balones, asociándose con todos sus compañeros, pero el malagueño se desfondó tras un gran esfuerzo y el equipo acabó perdiendo el control del medio del campo ante la pasividad de un Casemiro que era como un poste de la luz en mitad del campo cuando el Madrid intentaba crear.

LOS CAMBIOS DECIDIERON EL PARTIDO

El partido cambió cuando Zizou hizo su primer movimiento retirando a Benzema, que se llevó la acostumbrada pitada del Bernabéu, para poner a Bale. Con el galés en el campo, el Madrid empezó a salir del embotellamiento al que le sometían los franceses a base de tirar desmarques y carreras que ponían en alerta a la defensa rival. El doble movimiento valiente y necesario que hizo Zidane once minutos después fue definitivo. <strong>Quizá retardó algo la salida de Asensio y Lucas</strong> <strong>Vázquez</strong>, pero llegaron en el momento justo para dar un revolcón al partido. Sentó a un agotado Isco y a un Casemiro que desentonaba desagradablemente en el coro madridista.

Con ellos en el campo, el PSG se vio superado con 14 minutos explosivos de Asensio, que hizo volar el ataque de su equipo y rompió por la mitad al PSG y la táctica de Emery. Se merendó a Meunier por la izquierda para ser una pesadilla que facilitó los dos goles que dieron la victoria a los blancos. Mientras Lucas Vázquez salió al rescate de un Nacho agobiado en su banda por donde entraban Neymar y Yuri, y aportaba profundidad en la derecha. Dos apariciones que fueron claves, que dieron aire a Zidane cuando más enganchado estaba el partido. Dos jugadores que piden a gritos su titularidad, porque aportan aplomo al juego y desequilibrio en el uno contra uno.