Pitos y derrota inesperada en el primer partido de la Juve sin Cristiano

La 'Vecchia Signora' fue incapaz de remontar el gol inicial del Empoli a los 21 minutos

Las acciones individuales de Chiesa y el debut de Locatelli, los únicos puntos positivos

Mancuso marcó el único gol del partido en la derrota de la Juventus ante el Empoli

Mancuso marcó el único gol del partido en la derrota de la Juventus ante el Empoli / EFE

X. Serrano

Derrota ante un recién ascendido y pitos en la segunda jornada. El regreso de Max Allegri a Turín ha empezado de la peor manera posible. Aún con la herida abierta por la fuga de Cristiano Ronaldo, la Juventus cayó en casa ante el Empoli (0-1) dejando una imagen muy pobre que recuerda al curso pasado. Frágil atrás y desdibujada, sin capacidad de creación ni de reacción. Las únicas notas positivas, que Chiesa sigue a todo tren y Locatelli se hizo notar en su debut. Mucho trabajo por hacer, pocas herramientas nuevas y sin los goles de Cristiano.

Juventus - Empoli
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1
Alineaciones
Juventus
Szczesny; Cuadrado (De Sciglio, 82'), De Ligt, Bonucci, Alex Sandro; Bentancur (Locatelli, 66'), Danilo, Rabiot (Bernardeschi, 55'); Dybala, McKennie y Chiesa (Kulusevski, 66').
Empoli
Vicario; Stojanovic, Ismajli, Luperto, Marchizza; Haas, Ricci, Bandinelli (Zurkowski, 80'); Bajrami (Stulac, 70'); Mancuso (Pinamonti, 72') y Cutrone (Henderson, 80').

Antes del partido, Allegri resaltó la importancia de estrenar el casillero de victorias tras dejarse dos puntos en el debut ante el Udinese. No dijo ni mu, sin embargo, sobre el inesperado once que iba a alinear. Con el cumpleañero McKennie como falso nueve, flanqueado por Chiesa y Dybala, y Danilo adelantado en el rol de pivote. De Locatelli, el fichaje 'bianconero' del verano y suplente de inicio, aseguró que aún no está para jugar más de media hora tras un mes de inactividad. Una pena, porque lo necesitan como el comer.

En definitiva, un once sin Cristiano ni tampoco fichas nuevas que sobre el tapete buscó las pocas fórmulas que funcionaron en la breve era Pirlo. Es decir, balones a Cuadrado y Chiesa, un martillo pilón por cada banda. El colombiano, escurridizo con sus bicicletas, pisó área en varias ocasiones sin que sus centros encontraran rematador. Y el italiano, siempre el más voluntarioso, exigió los reflejos de Vicario en tres zapatazos. El segundo, tras recibir solo en el círculo central y escurrirse entre cuatro rivales. Un portento.

Destellos individuales que no tumbaron a un Empoli bien plantado atrás y que, además, generaba sensación de peligro cada vez que salía a la contra. Unos ataques fugaces, sin ningún toque sobrante, que buscaban castigar la espalda de los laterales. Y vaya si lo lograron. Antes de la media hora, el cuadro toscano encontró petróleo en el costado de Cuadrado y, tras un rebote, Mancuso mandó un balón sin dueño a la red.

El gol desnudó la fragilidad de una Juventus atropellada con el cuero, desordenada y sin capacidad de reacción. Demasiadas piezas fuera de lugar. Nula creatividad en la zona ancha, tormento heredado de la era Pirlo. Al Empoli el plan le salía a la perfección. Hasta pudo caer el 0-2 antes del receso en un zapatazo de Cutrone que buscaba la escuadra y en un despeje envenenado de Chiesa. Al descanso, runrún en las gradas y algunos pitos.

Urgía mover ficha y Allegri lo hizo tras el intermedio con la entrada de Morata por McKennie, pero la reacción fue mínima. Diez minutos de gracia y segundo cambio, Bernardeschi por Rabiot. La Juve ganó en orden, abrió el campo y al fin encontró cerca del área a Dybala, que cerca estuvo de marcar. Efecto, de nuevo, efervescente. La entrada y debut de Locatelli en el 66' aportó llegada desde segunda línea, pero de nuevo el Empoli supo mantener el orden defensivo sin sufrir en exceso. Entre pitos y malas caras se despidió la 'Vecchia Signora'. Allegri tiene mucho trabajo por delante.