Historia SPORT

Historia SPORT

Frankfurt: la cuarta parada del interrail de Kevin-Prince Boateng

El exblaugrana estuvo en las filas del próximo rival del Barça en la Europa League durante la temporada 2017/18

En las últimas ocho temporadas ha estado en diez equipos: Alemania, Italia, España y Turquía han sido sus destinos

Kevin-Prince Boateng durante su etapa en el Eintracht de Frankfurt, la temporada 2017/18

Kevin-Prince Boateng durante su etapa en el Eintracht de Frankfurt, la temporada 2017/18 / AFP

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Nuestra manera de ser, pensar y actuar está condicionada por las experiencias vividas. Durante nuestros primeros años de vida, los seres humanos somos esponjar que absorbemos infinidad de momentos que conforman nuestro 'yo' del presente. La infancia es una etapa vital en nuestro desarrollo y cuando está envuelta de problemas acaba dejando mella. El caso de Kevin-Prince Boateng -o 'Ghetto Kid', como se le conocía de pequeño- es una buena muestra de ello.

Su padre le abandonó a una edad muy temprana y su madre tuvo que hacerse cargo de él y de su hermano mayor George. Un año después nació Jérôme -actual jugador del Olympique de Lyon e histórico del Bayern y de la selección alemana- con quien compartía figura paterna, pero no materna.

"En mi barrio, o eras pandillero o eras traficante de drogas o eras futbolista", explicaba Prince en una entrevista. Por suerte, pudo ser la tercera de las opciones mencionadas. “Cuando era joven estaba loco, con 18 años en mi barrio era el jefe porque tenía dinero”, comentaba en otra. ¿El motivo? Él mismo lo explicaba así: "De un día a otro tienes tanto dinero que puedes comprarlo todo. En dos años me gasté todo mi dinero en coches, relojes, zapatos, discotecas, restaurantes y amigos que en realidad no lo eran. Para un chico como yo, que ha crecido en un barrio pobre y sin dinero, era peligroso".

Todo ello sucedía mientras se hacía un nombre en el mundo del fútbol, en las filas del Hertha de Berlín. Su rendimiento llamó la atención del Tottenham y fichó por los Spurs en 2007, con 20 años. Aquel cambio le vino grande y no supo gestionarlo. "Cada noche salía hasta las seis de la mañana, pesaba como 95 kilos, estaba hinchado por el alcohol y la mala comida", comentó años después.

Un mal cambio de aires

Todo ello empezó al mes de aterrizar a la capital del Reino Unido, cuando su entonces entrenador, Martin Jol, le dijo que no contaba con él. Fue entonces cuando afloró su lado más rebelde y pandillero, rebelándose contra todo y todos. "Era un idiota. Tenía talento, pero entrenaba lo mínimo, una hora en el campo. Era el último en llegar y el primero en irme. Salía con amigos. Tenía dinero, vivía como un rey. Nunca iba al gimnasio y eso afecta tu carrera", añadía en otra entrevista. Por suerte, estuvo a tiempo de enderezar su rumbo y, tras media temporada en el Borussia Dortmund y otra en el Portsmouth, firmó un nuevo contrato con el AC Milan, donde recuperó la sonrisa.

En su primera temporada conquistó la Serie A y, actualmente, sigue recordándolo como el mejor momento de su carrera. Fue hace once años: ha llovido. Pero aquel fue el principio del final. En Tierras italianas estuvo dos años hasta poner rumbo a Alemania, como jugador del Schalke 04. Allí, también, tuvo algunos episodios problemáticos. "Se puede salir del ghetto, pero el ghetto nunca saldrá de ti", que dicen.

A bordo del interrail

En 2014, Prince inició su particular interrail. Como si de un estudiante en verano se tratase, a sus 27 años decidió recorrer Europa con la ilusión de un chaval que quiere conocer el mundo. En los siguientes diez años llegó a defender la camiseta de ocho equipos, sin llegar a estar más de un año en ninguno de ellos. Empezó regresando al Milan en invierno de 2016, tras un mes sin equipo, y al curso siguiente puso rumbo a Las Palmas.

En 2017, y a poco más de 48 horas de que la Liga diese el pistoletazo de Salida, Boateng y Las Palmas llegaron a un acuerdo para la rescisión de su contrato por "motivos personales de carácter irreversible". La decisión no la tomó el 'Boateng futbolista', lo hizo el 'Boateng padre', tal y como explicó en su rueda de prensa de despedida, alegando que la distancia con su familia -afincada en Milán- no era de kilómetros, sino "de emociones, de sentimientos".

De Frankfurt a Barcelona y tiro porque me toca

Fue entonces cuando se unió al Eintracht de Frankfurt, el futuro rival del Barça en los cuartos de final de la Europa League. El broche de oro a su penúltima etapa en Alemania lo obtuvo al vencer al Bayern de Múnich por 1-3 en la final de la Copa, asistiendo a Rebic en el primero de los dos goles que anotó el croata. Aquel fue el cuarto de los cinco trofeos que ha conquistado a lo largo de su trayectoria como futbolista.

La siguiente parada del interrail le dejó en el norte de Italia, pero no tanto como en Milán, concretamente en Sassuolo. Allí pudo tener a su familia más cerca, pero tan solo fue durante seis meses. En enero, su representante le comunicó que tenía una oferta para jugar en Barcelona. El bueno de Prince pensaba que se trataba del Espanyol, pero fue el Barça quien llamó a la puerta del ghanés, para sorpresa de él y de todos, para qué engañarnos.

Llegó en calidad de cedido para suplir la salida de Munir en el mercado de invierno, pero tan solo vistió la elástica blaugrana en cuatro encuentros, sumando poco más de 300 minutos. No llegó a celebrar ningún gol como blaugrana y únicamente jugó una hora en el Camp Nou, frente al Valladolid. Aquel encuentro fue el único en que el Barça lo acabó saldando con una victoria con él sobre el terreno de juego. Un empate y dos derrotas completaron su balance.

Nomadismo como forma de vida

El billete del interrail marcaba Florencia como su siguiente parada, donde estuvo seis meses en la Fiorentina antes de acabar lo que restaba de temporada en el Besiktas turco. La temporada siguiente, estuvo de regreso en Italia para jugar en el Monza de la Serie B.

Tras no lograr el ascenso, este presente curso se ha hecho oficial su venta al Hertha de Berlín, catorce años después. Su contrato le vincula al club germano hasta final de temporada, será entonces cuando deberá volver a validar su billete para seguir recorriendo el mundo.