Xavi: la historia de un desencanto

El anuncio de su adiós es solo la consecuencia de varios meses de reflexión profunda

"Aquí no se valora nada, todo es negativo", aseguran desde el cuerpo técnico

¡Xavi anuncia que dejará de ser entrenador de FC Barcelona el 30 de junio!

Xavi Hernández anunció en rueda de prensa que dejará el Barça / Twitter

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça ofreció a Xavi la renovación en septiembre de 2023. La propuesta era renovarle hasta 2026, un año más del que acabó aceptando. El técnico rechazó una temporada más porque prefería una vinculación corta y no comprometer ni el futuro de la entidad ni el suyo propio al contrato, sino al crecimiento deportivo. En el fondo, Xavi ya empezaba entonces a darse cuenta que convertirse en “el Ferguson del Barça” sería imposible

Sin embargo, fue hace unos tres meses cuando lo que le rondaba por la cabeza acabó verbalizándose de forma cada vez más evidente. Aunque la derrota ante el Villarreal lo acabó precipitando todo, la decisión se generó con el paso del tiempo, incluso desde que regresó al club procedente de Qatar. En Doha estaba algo desconectado del día a día y le provocó inquietud que las críticas hacia los capitanes del equipo, sobre todo a Busquets, Piqué, Alba y Sergi Roberto, además de Ter Stegen. De hecho, Xavi puso mucho de su parte a la hora de hacer una transición lógica que él mismo vivió en su día siendo jugador.

Jordi Alba celebra el gol de la victoria del Barça en Villamarín

Jordi Alba celebra el gol de la victoria del Barça en Villamarín / Javi Ferrándiz

Y, sin embargo, cuando arrancaba su segunda temporada completa, siendo campeón de Liga y de la Supercopa de España, sin quienes, según la crítica mayoritaria, suponían una rémora para el nuevo proyecto deportivo, la búsqueda de culpables a las primeras de cambio no se detuvo. Los resultados eran buenos (diez victorias y tres empates en los trece primeros partidos oficiales), pero el juego desplegado, al parecer, no convencía. Y la derrota ante el Real Madrid en Montjuïc empezó a precipitarlo todo.

Sin margen para construir

Xavi empezó a notar una presión excesiva sobre su trabajo y el de sus futbolistas, seguramente auspiciados por unas expectativas exageradas. Y nadie tenía en cuenta lesiones o arbitrajes sospechosos. Estaba convencido que, tras ganar la Liga, habría paciencia, pero se equivocó. La voracidad culé es insaciable. Y ello empezó a suponer un desgaste excesivo tanto a nivel profesional como personal. Le dio la sensación que no se valoraba nada y que la negatividad se había instalado para quedarse. "Creíamos que, tras ganar la Liga, habría margen para construir algo, pero vimos que no", aseguran desde el vestuario.

En ese sentido, y pese al amplio conocimiento del barcelonismo que tiene Xavi, no deja de provocarle cierta tristeza la personalidad autodestructiva de la entidad. En el fondo, le gustaría, más allá de su caso particular, que en el Barça pudiera trabajarse con la paciencia y respeto que se le tiene a Mikel Arteta en el Arsenal, donde en cinco años ha ganado una FA Cup y dos Community Shields. O el del Liverpool a Klopp, que en nueve años ha logrado una Premier.

Mateu Alemany junto a Oriol Romeu durante la presentación del jugador

Mateu Alemany junto a Oriol Romeu durante la presentación del jugador / sport

Desde el club tampoco ayudaron a consolidar un proyecto que arrancó de la mejor forma posible, pero que, a las primeras de cambio, se quedó sin dos de sus arquitectos más importantes: Mateu Alemany y Jordi Cruyff. Ambos eran de la máxima confianza de Xavi y con ellos habían encontrado la fórmula para trabajar con eficiencia a pesar de las dificultades económicas. Trabajaban pensando a corto plazo, pero también a medio y largo. "En el Barça nunca hay suficiente, esté el club como esté. Y ganar parece que esté descontado, cuando es muy difícil. No se valora nada, todo es negativo", reflexiona alguien cercano al entrenador.

"Voy a anunciarlo ahora porque, si no lo hago, arderá troya"

Todo ese caldo de cultivo fue calando en Xavi, que acabó dando forma a todo aquello que le rondaba por la cabeza hasta decir basta. No estaba previsto que fuera tras el partido ante el Villarreal, pero la forma en la que se produjo la derrota obligó al técnico a dar un paso al frente. Así se lo comunicó a su cuerpo técnico: "Voy a anunciarlo ahora porque si no lo hago arderá troya, nos matarán a todos". El jefe del banquillo tuvo muy claro que había que devolver, a costa de su continuidad, la estabilidad al equipo para intentar luchar por la Liga y la Champions.

En el fondo, aseguran desde el vestuario, "el Barça es hoy uno de esos aristócratas con título nobiliario, que se pasea aparentando riqueza, pero que no tiene un duro".