El vestuario sigue la línea de Xavi: la táctica de la hormiga
El 5-0 al Betis no despega los pies del suelo al vestuario azulgrana. La plantilla afronta el estreno en Champions con máxima ilusión pero sin querer sobrepresionarse. Como marca Xavi, el único objetivo fijado de puertas hacia dentro es el de alcanzar los octavos de final. Ya sea como primeros o segundos de grupo.
El grupo sabe que el fiasco en Europa fue la gran asignatura pendiente el curso pasado Tanto en Champions como en Europa League. Tras volver a conquistar el trono a nivel nacional, el vestuario centra su atención en la máxima competición continental a nivel de clubes. No es el mensaje que se enviará de puertas hacia fuera, pues ‘oficialmente’ LaLiga sigue siendo el barómetro. Pero la espinita clavada por lo sucedido el año pasado ahí sigue. Y es que los jugadores, ambiciosos, van locos por de una vez derrotar a un pez gordo -el año pasado cayeron ante Inter, Bayern y Manchester United-.
Igual que el famoso ‘entorno’, el vestuario no es ajeno al salto de nivel que ha dado la plantilla con las incorporaciones de este verano. Por calidad y por experiencia. Pero también recuerdan que en septiembre del curso pasado las expectativas eran máximas y después el golpe fue mayúsculo. Además, en el tramo final de temporada, cuando la euforia afloró el Real Madrid se paseó en Copa en el Camp Nou con un doloroso 0-4.
La efectividad, clave
El grupo se ve mentalmente más fuerte y considera que tiene armas de sobra para llegar lejos, pero sin sobrepresionarse. Eso sí, asumen que en Europa hay que ‘matar’ a tu rival cuando lo tienes a tiro, ya que lo que se perdonó en Múnich y los errores en casa frente al Inter fueron definitivos. Más que ser brillante, Europa exige no tener ni 10 segundos de pájara. Y ese es en realidad el gran reto.
Por último, desde el vestuario recuerdan la importancia de las lesiones, ya que el curso anterior fue un condicionante casi letal. A día de hoy, Pedri es el único lesionado, aunque el curso pasado también la cosa iba bien hasta que de repente se multiplicaron los contratiempos.
En resumen, el historial reciente y la aparición de factores incontrolables llevan al vestuario a vivir el estreno en Champions con máxima ilusión pero también màxima prudencia. Partido a partido. Es así cuando les ha ido bien a los pupilos de Xavi.
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