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Serantes, de currante en la obra a frenar a intentar frenar a Messi

El portero vasco trabajó como albañil durante varios años antes de consolidarse en el fútbol: para llegar al Leganés tuvo que pagar al Lugo de su bolsillo los 2.500 euros de su cláusula

Serantes, en el partido ante el Sporting

Serantes, en el partido ante el Sporting / sport

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Jon Ander Serantes vivirá este sábado uno de los días más especiales de su vida: se enfrentará al Barça de Messi y compañía, un desafío impensable hace apenas ocho años, cuando trabajaba como albañil y era portero en Segunda B, en las filas del Barakaldo.

La historia del portero del Leganés, uno de los grandes héroes del ascenso del equipo a Primera, se escribe a base de superación: comenzó en el Athletic, pero ya en edad infantil, el club vasco prescindió de él. Su padre, albañil, fallecido en 2015, le instó a ponerse a trabajar a los 16 años, viendo que los estudios no eran lo suyo.

Serantes nunca tiró del todo la toalla del fútbol. Natural de Barakaldo, llegó a ocupar la portería del equipo de su ciudad, en Segunda B: un buen partido ante el Sporting B y un golpe de suerte le cambiaron el destino, porque el entrenador rival desveló que el Madrid había puesto sus ojos en Serantes, comentario que despertó el interés del Athletic.

Volvió a Lezama, para jugar en el filial. A las órdenes de Ziganda destacó y su carrera ya parecía imparable. Dejó la obra y se centró en el fútbol y en los estudios para acabar sacándose el técnico superior en Imagen Diagnóstica.

Sin embargo, una grave lesión de menisco le apartó seis meses de los terrenos de juego. El Athletic prescindió de él, volvió al Barakaldo y entonces, el Lugo lo repescó para el fútbol de Segunda.

Cuando el Leganés preguntó por él, Serantes no tuvo duda: pagó de su bolsillo los 2.500 euros de su cláusula de rescisión. En Butarque ya es uno de los jugadores más populares del equipo.

Ahora ya prepara el partido ante el Barça, sin perder el sentido del humor que siempre le ha acompañado: el portero vasco, de hecho, bromeaba el pasado miércoles en los micrófonos de Cope al desvelar que su cuerpo técnico le suele pasar vídeos de los rivales para estudiar a los delanteros. "Pero en este caso les dije que de Messi no me pasaran nada, porque si me tengo que poner a ver los goles de Messi no acabo hasta la semana que viene", afirmaba.