San Mamés no fue el teatro de los sueños de Griezmann y De Jong

Frenkie De Jong y Antoine Griezmann regresan a San Mamés, el estadio en el que vivieron su debut oficial como jugadores del FC Barcelona, con el deseo de borrar el mal sabor de boca que les dejó La Catedral. Aquel 16 de agosto de 2019 el conjunto de Ernesto Valverde se dejó los primeros tres puntos del campeonato en el minuto 89 tras un gol de espectacular chilena de Aritz Aduriz.

La parroquia rojiblanca enloqueció con el mazazo propinado por el más ilustre y veterano de sus 'leones' al coloso culé, y a ese recuerdo reciente se aferrarán esta noche en el duelo a cara o cruz de los cuartos de final de la Copa del Rey 2019/20 (21:00 horas).

Muchas cosasa han cambiado en el Barça, desde entonces, desde el banquillo hasta el terreno de juego. Quique Setién ha sustituido al Txingurri Valverde y Leo Messi, entonces lesionado, estará en el campo. También afrontan de manera diferente el duelo Griezmann y De Jong. 

DE PIVOTE A INTERIOR

Frenkie jugó aquel día de pivote -Sergio Busquets se quedó en el banquillo- acompañado por Carles Aleñá y Sergi Roberto. Esta vez ocupará uno de los carriles de los interiores, presumiblemente junto a Arturo Vidal, con Busi como mediocentro.   

En aquel duelo, el holandés se mostró voluntarioso a la hora de iniciar la presión e intentó ordenar al equipo con y sin el balón, pero estuvo muy presionado por el mediocampo rival, especialmente por Raúl García. Casi nunca encontró vías de pase o apoyos para organizar el juego del equipo y la incorporación de Ivan Rakitic por el defenestrado Aleñá tras el descanso tampoco le ayudó a mejorar el juego del equipo.

De Jong ha mantenido la confianza plena de Valverde y Setién que lo han considerado y lo consideran pieza clave para que el Barça consiga su mejor nivel. Los blaugrana se mantienen firmes en el Camp Nou pero necesitan dar un paso adelante en los desplazamientos y es obligado que lo hagan ante el Athletic Club si quieren seguir soñando con la Copa del Rey.

DE NUEVO COMO '9'

Griezmann, por su parte, arrancó el partido en la banda izquierda del ataque -su compatriota Ousmane Dembélé se situó en la banda derecha- y tras la lesión de Luis Suárez, el Principito en el eje ofensivo, dejando a Rafinha la banda.

Falto de rodaje y de automatismos con sus nuevos compañeros, Antoine se vació en labores defensivas e inició la presión tras la pérdida de balón, pero su aportación en ataque fue muy limitada, desconectado del resto del equipo; sin duda, lejos de sus mejores tardes en San Mamés con la Real Sociedad o el Atlético de Madrid.  

Consolidado en el once del Barça, Antoine fue decisivo en la remontada ante el Ibiza (1-2) y en el triunfo contra el Leganés (5-0) en la Copa y espera serlo esta noche ante el Athletic Club. Curiosamente, tras la nueva lesión de Luis Suárez, deberá jugar una vez más como '9'.