La primera salida al extranjero del Barça

El primero de mayo es una fecha relevante en la historia del Barça. Ese día, de 1904, la entidad azulgrana jugó su primer partido fuera de las fronteras del Estado español. Hasta entonces, el único contacto del Barça con equipos foráneos se había limitado a encuentros contra bandos de buques de la Royal Navy anclados en el puerto de Barcelona, como el Calliope (en marzo de 1903) o el Cleopatra (en febrero de 1904). La excursión barcelonista para afrontar el primer partido internacional quedó bien documentada en el semanario ‘Los Deportes’ y, aunque la crónica no fue firmada, debería ser obra de Lluís d’Ossó, uno de los expedicionarios y colaborador de la publicación donde Hans Gamper insertó la famosa gacetilla en 1899 haciendo un llamamiento a ‘sportmen’ deseosos de jugar al fútbol.

La organización del viaje, así como de los contactos con el rival, el Stade Olympien des Etudiants de Toulouse (SOET), fue el presidente y capitán del Barça, Arthur Witty. En aquellos tiempos de total amateurismo, el equipo azulgrana no pudo desplazar a todos sus efectivos por razones de ocupación y, en otros casos, de enfermedad. Jugadores como Vicenç Reig, Gamper, Harris o Meyer no pudieron sumarse a la aventura.

La expedición, que partió en la madrugada del sábado 29 de abril por vía férrea, la formaban los jugadores Juli Marial (portero), Junior Morris y José Quirante (defensas), Arthur Witty, Josep Llobet y Carles Comamala (medios) y Emil Gaissert, Lluís d’Ossó, Udo Steinberg, Romà Forns y Bernat Lassaletta (delanteros). El equipo, detalla ‘Los Deportes’, almorzó en Cerbère, donde hizo “acopio de francos” y jugó “a foot-ball” para seguir en ruta hasta Narbonne, donde hizo trasbordo y “nuestros foot-ballistas se olvidaron su mejor prenda, la pelota, que hinchada, debajo de un asiento debió llegar a Cette… sin novedad”.

Turismo

Sobre las 19.45 horas los pioneros llegaron a Toulouse después de 14 horas de viaje. Fueron recibidos por algunos componentes del SOET, que los acompañaron hasta el Hotel du Donjon. Tras un breve descanso, el grupo visitó las calles y los cafés de la ciudad. El domingo por la mañana siguieron de turismo, ahora para ver el terreno de juego y visitar el Club de Regatas, donde fueron obsequiados con un paseo por el río Garonne.

El partido dio inicio a las 16.20 horas del 1 de mayo en una zona llamada Prairie des Filtres, donde a las 14.30 horas había tenido lugar un encuentro de rugby. Unas 6.000 personas se dieron cita en el estadio. El Barça tuvo mala suerte en el sorteo y le tocó empezar jugando contra el sol y el viento. Sin embargo, pese al temor inicial de los jugadores catalanes por el notable físico de los franceses, Steinberg adelantó al equipo “rouge et bleu”, expresión utilizada en la crónica del diario ‘L’Express du Midi’. Antes del descanso llegó el empate, obra de Chandon. Los dos goles fueron recibidos con “muchos aplausos”.

Victoria

En el segundo tiempo el SOET llevó la iniciativa y se apuntó el 2-1 por mediación de Cuillé. Las cosas se complicaron cuando Junior Morris sufrió “una contusión que le impidió continuar el juego”. Fue entonces cuando apareció la figura del presidente y capitán Witty: “da ánimo a los jugadores, da el ejemplo estando infatigable de defensa medio, y hasta pasándose a delantero, se hace un supremo esfuerzo y se toma la ofensiva, no tardando Lassaletta en entrar transversal el segundo gol”. Minutos más tarde, sentenció Forns (2-3): “marca un bonito gol por alto en medio de ensordecedores aplausos, terminándose poco después el partido”.

Witty salió a hombros y, por la noche, en el café Albrighi, tuvo lugar la ceremonia de despedida. Los jugadores del SOET acompañaron a los del FC Barcelona a la estación y, sobre las 23.00 horas, partieron hacia Catalunya, llegando a las 10.30 del lunes 2 de mayo. El equipo francés devolvió la visita al Barça el día de Sant Esteve, duelo en el que venció nuevamente (3-0).