El paso de Arturo Vidal por el Barça, marcado por la polémica

Arturo Vidal critica el modelo de juego del Barça

Arturo Vidal critica el modelo de juego del Barça / SPORT.es

sport.es

Arturo Vidal deja la disciplina del FC Barcelona con un regusto más bien amargo. El chileno, que llegó al club blaugrana en verano de 2018 tras el desastre de Roma, aterrizó en la ciudad condal con el escudo de guerrero que la dirección técnica buscaba para las grandes noches europeas. Dos años después, y tras las debacles de Liverpool y Lisboa, el experimento Vidal finalizará con un triste balance en el que sobresaldrán más sus polémicas por sus acciones fuera del campo que sus hazañas sobre el césped. 

En sus primeros meses en Barcelona, Vidal empezó con un rol secundario a las órdenes de Ernesto Valverde. El 'Txingurri' apostó en los primeros compases de la temporada por dar aire al equipo con la entrada del chileno, que fue suplente en 10 de los 12 primeros partidos de LaLiga y en todos los partidos de la liguilla de Champions, algo que no gustó especialmente al 'King'.

Vidal no tardó en mostrar su descontento, y tras jugar solo los últimos tres minutos de la exhibición del Barça en Wembley ante el Tottenham, publicó un story de enfado en su cuenta de Instagram para avisar a Valverde que su situación no podía seguir así. 

Su "calentura", tal y como definió él mismo meses después, le costó dos partidos consecutivos sin pisar el césped, pero sus quejas tuvieron efecto y en diciembre empezó a acumular titularidades. Su mayor importancia en el equipo apagó el primer incendió, y no fue hasta febrero de esa misma temporada que, con un nuevo mensaje en Instagram, <strong>el chileno volvía a hacer de las suyas tras ser sustituido en San Mamés</strong>

Sus salidas de tono en redes sociales en su primer año en el Barça acabaron con <strong>Arturo de titular y más peso en el equipo</strong>, que pese a la presencia del guerrero chileno acabó humillado en Anfield como el año anterior en el Estadio Olímpico de Roma. 

FINAL DE TEMPORADA TURBULENTO

Los últimos meses de Arturo han marcado, definitivamente, su futuro en el club. Tras perder LaLiga en el reinicio de la competeción, el chileno, de vacaciones en Ibiza, hizo un directo en Instagram a altas horas de la madrugada con un estado cuestionable que puso en alerta a más de uno, pero que no supuso ninguna reprimenda deportiva. 

Entonces, llegó Lisboa. Vidal mostró su 'exceso' de confianza en la previa de los cuartos ante el Bayern, en la que advirtió a los alemanes de que el Barça no era "un equipo de la Bundesliga". Setién renunció a sus principios y apostó por el chileno para 'reforzar' el centro del campo ante la máquina alemana. El resultado lo conocemos todos. 

Tras la dura eliminación, Arturo <strong>Vidal incendió los ánimos de un barcelonismo hundido</strong>. En una entrevista de Daniel Habif en Youtube, aseguró que "el ADN está quedando atrás, el Barça tiene que cambiar su forma de pensar". Y siguió. "El fútbol en estos momentos es más físico, de más fuerza y velocidad, y la técnica a veces pasa a un segundo plano”. 

Finalmente, el chileno no quiso quedarse atrás y <strong>dejó un mensaje en Twitter sobre la polémica entre los pesos pesados del vestuario y el club </strong>tras las palabras de Bartomeu en las que el presidente, por omisión, ponía en el mercado a la mayoría de vacas sagradas. "Cuando acorralas a un tigre él no se rinde, él pelea". 

Ahora, Vidal abandona el club por la puerta de atrás a cambio de renunciar al último de los tres años de contrato que firmó en 2018. Su paso por Barcelona quedará, así, marcado por sus salidas de tono más que por su impacto en el terreno de juego.