El plan de Xavi para Messi

El talento que busca el técnico para la ‘zona caliente’ del juego es imposible de fichar para el Barcelona actual

El de Terrassa deberá dar lo mejor de sí para encontrar la fórmula para equilibrar defensivamente la presencia del argentino

Xavi Hernández volvió a hablar sobre la posible vuelta de Messi al Barça: "Me gustaría mucho y él lo sabe"

Xavi Hernández habló en rueda de prensa sobre la vuelta de Messi / EFE

Xavi Torres

Xavi Torres

El presidente, Joan Laporta, y el entrenador, Xavi Hernández, quieren a Messi en el Barcelona y el astro argentino estaría encantado de regresar siempre que LaLiga apruebe el plan de viabilidad del Barça y se den unos mínimos en el terreno económico que le permitan no atender a la mareante oferta del fútbol saudita. La decisión es inminente.

Hagamos fútbol ficción y supongamos que el 10 vuelve a casa. ¿Va a conseguir Xavi equilibrar a su equipo teniendo en cuenta lo que es Messi hoy, a punto de cumplir los 36 años?

El rol del 10

Antes de hacer correr el balón nos centramos en el papel de Messi en su vuelta a Barcelona. De entrada, volvería para ser el capitán de una plantilla muy cambiada respecto a la que dejó hace dos temporadas y que ha evolucionado en la búsqueda y consolidación de nuevos liderazgos.

En este sentido, Xavi ha sorprendido por la contundencia de sus decisiones y, con las recientes salidas de tres ‘vacas sagradas’ como Piqué, Busquets y Alba, parecería que el momento de los Ter Stegen, De Jong, Araujo o Pedri habría llegado. Vamos a ver cómo afecta el regreso de Messi y cual va a ser la respuesta del técnico de Terrassa en un escenario tan delicado.

El sentido común hablaría de un Messi con rol nuevo, menos egocéntrico, más coral y absolutamente pedagógico ante la excelente generación de los Pedri, Gavi, Balde, Araujo y compañía; un Leo con sentido de club capaz de no exigir jugarlo todo y de entender como lógica la posibilidad de que el equipo ataque sin la obligación de su participación en cada jugada.

Xavi no lo va a tener sencillo teniendo en cuenta la mentalidad de un gran campeón como él. ¿Va a aceptar Messi el banquillo? ¿O, quizás, más portadas para alguno de sus compañeros? La gestión del vestuario de Xavi ha sido ejemplar hasta el momento pero lo que le viene ahora es para matrícula de honor.

Búsqueda de talento

No vamos a discutir sobre el regreso del 10 en términos de imagen, marketing y economía porque el debate se acaba pronto. En cuanto al fútbol, Xavi quiere a Messi porque entiende que para alcanzar los grandes objetivos el equipo necesita más talento y, de eso, el crack argentino va sobrado.

¿Saben ustedes que el Barcelona de estas dos últimas temporadas -ambas sin Messi- ha sido el menos goleador desde 2004, cuando el equipo de Frank Rijkaard apenas anotó 63 goles? En las 17 temporadas con Leo en la plantilla siempre se anotó más que en las dos últimas. Lejos quedan, por supuesto, los 116 del tridente de Luis Enrique; los 115, de Tito; los 114 o 105, de Guardiola o incluso los 100 del Tata o 99, de Valverde. Ahora cuesta horrores llegar a los 70 porque no existe la misma calidad de antaño para superar defensas cerradas a base de ataques estáticos.

El talento que busca Xavi Hernández para la ‘zona caliente’ del juego es carísimo, imposible de fichar para el Barcelona actual, así que hay que darle la posibilidad de imaginarse a Leo trabajando con inteligencia a la espalda de los centrocampistas rivales. El jugador que puede llegar a Barcelona empezaría la temporada con 36 años y más de 900 partidos oficiales como futbolista profesional, o sea, sin la plenitud física que mostró en sus mejores años. A Xavi -que conoce perfectamente la situación de su excompañero-, en este momento, solo le interesa su talento...

Luz con balón

Ha dicho Xavi que Messi puede jugar de falso extremo, de falso delantero centro, en las dos posiciones más adelantadas de su cuadrado e, incluso, como un medio centro en determinadas situaciones de emergencia. Es fácil imaginarlo con su aplastante personalidad por las proximidades del área, pidiendo el balón y aportando luz en acciones sin espacio ni tiempo para maniobrar. Ahí, Messi, sigue siendo útil: para rematar -la contundencia no se pierde-, para asistir -la lectura del juego se mejora con la edad-, para provocar una falta -desde que se fue el Barcelona no ha vuelto a marcar- o un penalti -que abra la lata o cierre los partidos-.

Es evidente que son irrepetibles sus 50 goles de la Liga 2011-12, los 46 de la siguiente o los 43, de la 14-15. Ni siquiera las seis temporadas de azulgrana que también superó los 30. Sin embargo, Xavi puede imaginarse los 16 goles y las 16 asistencias que Leo Messi ha regalado este año en la Ligue 1, al PSG. Y Lewandowski, también.

Xavi y Leo Messi siempre han tenido una excelente sintonía futbolística sobre el terreno de juego

Xavi y Leo Messi tenían una excelente sintonía futbolística sobre el terreno de juego / MARC CREUS

Con el argentino en el campo las vigilancias de la defensa rival se hacen más complicadas y las virtudes del delantero polaco pueden destacar todavía más. Robert lo ha hecho bien en su primer año pero se esperan todavía mejores números en el segundo. Xavi cree que Messi le puede hacer crecer y no hay duda de que estando cerca del área rival puede ayudar al equipo a encontrar soluciones de ataque.

Buscar el equilibrio

Si con balón la presencia de Messi es bastante indiscutible, sin él sí hay debate. Xavi deberá dar lo mejor de sí para encontrar la fórmula para equilibrar defensivamente su presencia. Hace unos años, Luis Enrique lo consiguió. Le costó, pero lo logró.

La imperial presencia del tridente Messi-Suárez-Neymar le obligó a desarrollar un acordeón de movimientos en la que Rakitic cubría la espalda del 10, Iniesta se juntaba con Sergio en el medio centro y Neymar se sacrificaba corriendo hacia atrás como un interior más.

El equipo, que en Navidad parecía que se iba a descomponer, acabó levantando Liga, Copa y Champions. Lamentablemente, la idea de Luis Enrique no tuvo la continuidad deseada pero aquella es una buena referencia para explicar lo que se pretende.

Si Messi parte de la banda como cuarto centrocampista para incrustarse en las posiciones avanzadas del cuadrado de Xavi, los compañeros que estén por detrás de él van a tener que concentrarse para una buena ocupación de los espacios y para perseguir, por ejemplo, al jugador rival que actúe en la zona de Messi, mientras que en la banda contraria, el extremo deberá equilibrar y correr hacia atrás como mediocampista para tratar de cerrar el bloque defensivo apropiado que busca Xavi para proteger la portería de Ter Stegen.

Si Messi es el falso ‘9’ en un ataque con dos extremos puros, entonces serán éstos quienes persigan a sus laterales y uno de los centrocampistas -ahora está siendo Gavi- quien inicie la presión saltando al central que tenga el balón. Finalmente, si el crack argentino es interior, la pareja en el medio centro y el cuarto medio o el extremo de su banda, van a tener que asumir protagonismo defensivo y en la recuperación del esférico.

¿Quiere decir esto que Messi no va a correr nada detrás del balón cuando su equipo lo pierda? No debería, aunque la experiencia de sus últimos años como azulgrana no auguran un esfuerzo como el que han realizado esta temporada sus compañeros. De hecho, el trabajo defensivo y la presión han sido señas de identidad del Barça de Xavi Hernández. Habrá que esperar buena actitud aunque sea a base de mínimos esfuerzos, por ejemplo, colocándose bien entre jugadores rivales para impedir determinados pases para la salida del balón o colaborando, a través de carreras cortas, en presiones concretas.

Futuro

Messi ha dado tanto al Barcelona en el pasado y su salida fue tan dolorosa que se hace muy complicado negar su regreso. Su presencia se justifica solamente para el presente pero si en su vuelta añade parte de su tiempo para educar a las jóvenes promesas azulgrana el futuro de la entidad sin lugar a dudas también se verá beneficiado. Veremos. De momento, habrá que esperar a que LaLiga se digne a emitir su veredicto sobre las posibilidades de que Messi vuelva a ser azulgrana.