La calculadora del Barça y Messi

Leo Messi (PSG)

Leo Messi (PSG) / EFE/AFP

Marc Menchén

Marc Menchén

Antes de empezar, les animo a afrontar este ejercicio con realismo y recordando la situación económica del FC Barcelona. También les animo a huir de todo aquel que les diga que el regreso de Leo Messi se paga solo porque de repente caerían contratos de patrocinio del cielo, se venderán más camisetas de las que Nike puede producir y las colas para comprar una entrada por verlo de nuevo de blaugrana darían la vuelta a la Ronda de Dalt y Litoral juntas.

Dicho esto, evidentemente el regreso del delantero argentino es posible, como también lo hubiera sido su continuidad en 2021. Todo dependerá de las prioridades de ambas partes. Empiezan los condicionantes.

El regreso de Messi es posible si el mejor jugador de la historia acepta una sustancial rebaja de sueldo -qué haría usted si le ofrecen 400 millones por un año en una liga menor como la saudí-, que no diferimiento. Sería para adecuarse a la nueva escalera salarial dibujada por el club, y por la que entendemos que nadie cobra más de 30 millones brutos por temporada. De lo que sucedió en 2021 poco o nada sabemos, pero ha quedado claro que ni el presidente Joan Laporta le pidió una rebaja clara, ni Messi la propuso aplicar de forma voluntaria. De hecho, finalmente se impuso respetar los contratos y dejarlos vencer cuando no tenía sentido una renovación que redistribuyera los pagos.

El regreso del 10 es posible si el Barça acelera en la reducción de la masa salarial existente. Mateu Alemany, director de fútbol, dijo que el gasto en el primer equipo podría rebajarse a unos 450 millones para 2023-2024, lo que unidos a los 80 millones que hoy consumen el resto de secciones, supondría una rebaja de 100 millones respecto a la actualidad. A efectos de contabilidad, nada técnicamente, pues ese ahorro se lo comerán los 93 millones que el club dice que dejará de ingresar por la mudanza a Montjuïc.

El regreso del astro argentino es posible, entonces, sólo si se vuelve a vender patrimonio (activar palancas, en la jerga). Capada la fórmula por LaLiga para aquellas fuentes de ingresos existentes, con tal de evitar descapitalizaciones a largo plazo para salvar el hoy (lo suscribo), las vías que quedan únicamente hoy son dos: vender jugadores (plusvalías más supresión de sueldos) o replicar la jugada del Real Madrid con Legends y Sixth Street para anticipar los nuevos ingresos futuros del Spotify Camp Nou.

El regreso de Leo Messi es posible, sí, pero únicamente si se profundiza en la adecuación de la masa salarial a la realidad de los ingresos. El agujero operativo del Barça es de entre 150 millones y 200 millones, y no se prevé ordenarlo hasta 2024-2025. Y eso, ni el mejor futbolista de todos los tiempos, lo arregla.