El plan de Neymar para llegar al Barça este verano

No hay duda de que Neymar es el objetivo número uno del Barça para reforzar su proyecto deportivo. El club también tiene encima de la mesa a Lautaro Martínez, pero el fichaje del brasileño es una operación estratégica de calado. En el club blaugrana saben que no será fácil, y menos tras la crisis económica que se avecina a causa del coronavirus, pero el área deportiva se ha ido moviendo con sigilo para ir avanzando en la operación. 

El Barça está pendiente ahora del regreso del futbolista a París y no moverá ficha hasta que Neymar confirme al PSG su intención de no renovar y salir en este mercado de verano. El paso de Neymar es clave para que todo pueda llegar a buen puerto. Tendrá que forzar al máximo si quiere regresar al Camp Nou y sabe que ésta puede ser su última oportunidad.

A Neymar le quedarán solo dos años de contrato a partir de junio y el PSG trazó una estrategia para intentar retenerle. Le han presentado una astronómica oferta de renovación hasta el 2025, pero el futbolista ha ido dando largas. El futbolista, si no hay cambio de planes, deberá llegar a París el próximo 11 de mayo para intentar acabar la temporada y todas las partes son conscientes de que la batalla puede ser larga. 

El primer paso lo dará el brasileño rechazando esta ampliación de contrato, lo que dejaría al PSG en una posición complicada y casi abocado a la venta del futbolista en los próximos meses. La peculiaridad del próximo mercado de fichajes, que puede estar abierto de agosto a enero de forma ininterrumpida, puede complicar mucho más las cosas.

El Barça ya ha aprendido de sus últimas negociaciones con el PSG que no puede ir a cuerpo abierto. Necesita que Neymar dé el primer paso y el brasileño ya ha comunicado al club blaugrana su deseo de regresar asumiendo que deberá rebajarse la ficha en sus primeros años de contrato si quiere que la operación sea viable. Con el OK del jugador, el club tanteará de nuevo un fichaje que nunca pasará por un pago multimillonario. Ni el Barça está con capacidad financiera para asumirlo, ni en el club se ve ético afrontar una operación a base de talonario con la que está cayendo por el coronavirus.

 Una de las posibilidades que se planteaba era acudir a la FIFA para que estipularan un precio de salida, dado que Neymar ya había cumplido tres años de contrato. El reglamento sobre el estatuto de transferencia de jugadores podría haber tasado al jugador en unos 170 millones de euros, pero el Barça se vería obligado a pagarlos, algo que ni se plantea. Neymar solo podrá salir a través de una negociación amistosa entre los dos clubs y el Barça apuesta claramente por el canje de jugadores, tal y como ya lo intentó el verano pasado.

El club blaugrana sabe que el PSG necesitará muchos fichajes de nivel. Hasta once jugadores del club parisino acaban contrato y su director deportivo, Leonardo, sabe que nse enfrenta a un mercado complicadísimo. A Leonardo le interesan varios jugadores del Barça, que serían titulares en su equipo. Umtiti, Dembélé, Griezmann, Coutinho, Semedo o Rakitic son futbolistas que pueden estar encima de la mesa. La clave de todo el asunto es llegar a un acuerdo en la tasación de los futbolistas.

Como sucedió el verano pasado, en el Barça tienen claro que el precio de Neymar no es de 200 millones de euros, ni de 180 millones. No solo por la actual crisis sino porque le quedan ya solo dos años de contrato. En el club blaugrana están convencidísimos que la operación se podría completar con un trueque sin transacción económica, pero todavía no se ha llegado a este extremo negociador.

Al Barça le hubiese gustado moverse más rápido, pero deberán respetar los timmings del PSG y del jugador. Ahora, la clave es que Neymar comunique que se va y esperar acontecimientos. Con la competición sin acabar, la negociación final puede irse a agosto o septiembre. Otro culebrón.