Historia SPORT

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La perseverancia de Llangostera

Hoy cumple 66 años y se jubila oficialmente. Solo Helenio Herrera, en 1981, confió en el meta

Aterrizó en el fútbol base azulgrana con 20 años y no cesó en el empeño de cumplir su sueño hasta llegar al primer equipo con 25 y medio. Una carrera llena de obstáculos

Una imagen de Francesc Llangostera en el Camp Nou con la camiseta del FC_Barcelona, que defendió en tres partidos oficiales, todos de Copa la temporada 1980-81

Una imagen de Francesc Llangostera en el Camp Nou con la camiseta del FC_Barcelona, que defendió en tres partidos oficiales, todos de Copa la temporada 1980-81 / Archivo Familia Llangostera

David Salinas

David Salinas

Ha nacido para estar debajo de una portería. Tiene agilidad, le falta experiencia, pero la clase la lleva desde que nació”. Son palabras de Evaristo Carrió, el entrenador que le dio la alternativa con 19 años en el Tortosa y valedor de Francesc Llangostera Pujol (Tortosa, 24 de julio de 1955), que hoy cumple 66 años y, oficialmente, se jubila, aunque está apartado de la actividad laboral desde 2013.

Llangostera empezó a jugar en la calle y en el colegio Joaquim Bau de su ciudad natal. Un primo suyo, José Ismael Antó, había defendido las camisetas del Espanyol, Valencia y Jaén en Primera División. Pasó por el Infantil y el Juvenil del Tortosa y en 1973, con 17 años fue cedido al La Cava (Regional Preferente). Siguió su evolución en el Amateur del Tortosa (1973-74), donde ya destacaba por su planta (1,87 m).

La temporada siguiente (1974-75) debutó con el primer equipo del Tortosa en un partido de Copa contra el Vinaroz, el 17 de noviembre de 1974. Su estampa y condiciones lo acercaron al filial del Valencia, el Mestalla, pero Llangostera ya estaba en la órbita azulgrana desde que debutara con La Cava en… el Fabra i Coats contra el Barça Atlètic. Fue entonces cuando los cazatalentos barcelonistas le echaron el ojo. También el Espanyol estuvo interesado en los servicios de un meta que transmitía tranquilidad y tenía en las salidas uno de sus puntos fuertes.

Azulgrana

El Barça lo fichó en febrero de 1975 por dos millones de pesetas, además de la cesión de dos jugadores al Tortosa, y lo incorporó en mayo. De todas formas, su debut no llegó hasta la siguiente temporada (1975-76), de la mano de Lluís Aloy. Llangostera empezó como titular en Segunda División con el Barça Atlètic y jugó los cuatro primeros partidos (Burgos, Celta, Osasuna y Recreativo). Una lesión en un entrenamiento (fisura de ligamentos en el tobillo izquierdo) lo apartó de la primera línea.

En la segunda temporada con el filial, con Laureano Ruiz en el banquillo jugó ocho partidos y vivió la amargura del descenso. En la tercera (1977-78), en Segunda B, tampoco entró en los planes de Ruiz y volvió a jugar ocho partidos, aceptando en febrero de 1978 una cesión al Terrassa, junto al Lobo Carrasco, en la operación Bio. Estuvo bajo las órdenes de dos azulgranas: Josep Seguer y Josep Sanjuán.

Michels lo reclamó a finales de abril tras lesionarse Artola, quedando como suplente de Mora. En ese curso fue campeón de Copa, aunque no pudo estar en el banquillo en la final contra la UD Las Palmas por haber jugado el torneo del KO con el filial. El portero reserva en aquella ocasión fue el recordado Andreu Blay.

El curso 1978-79 se lo pasó en blanco por estar movilizado por el Ejército en Colmenar Viejo (Madrid), pero se mantuvo en forma entrenándose con el Rayo Vallecano, equipo que lo reclamó para la temporada siguiente, encontrándose con la negativa del Barça, que lo retuvo y declaró intransferible.

Sin embargo, ya en el primer equipo, no jugó ni con Rifé ni Herrera, aunque el ‘Mago’ siempre lo tuvo en cuenta. En el ejercicio 1980-81 tampoco contó para Kubala —llegó a estar apartado junto a Rubio, Pérez Contreras, Félix y Vilà— pero sí para Herrera, que volvió al equipo otra vez como salvador.

H.H. lo hizo debutar con 25 años y medio en un Baracaldo-Barça (0-2) de Copa. Fue el premio al trabajo de años. El momento que tantas veces había soñado. Llangostera también jugó el partido de vuelta (1-1) en el Camp Nou y otro de Copa, contra el Castilla en el Santiago Bernabéu (3-5). Siempre guardó un gran recuerdo del ‘Mago’: “transmitía confianza a los jugadores, a los jóvenes, pero también a los veteranos, era un genio. Cargaba con toda la responsabilidad”.

Rumbo a México

Sabía que su etapa en el Barça había finalizado y, tras conseguir la carta de libertad con la consiguiente rabieta del presidente Josep Lluís Núñez, que esperaba sacar una compensación económica por él y no le abonó la mensualidad de agosto de 1981, fichó por el Puebla.

En el equipo mexicano jugaba el ex del Barça Juan Manuel Asensi y el madridista Pirri. Llangostera llegó al equipo de la franja con Santi Idígoras (Real Sociedad). Fichó por cuatro años, pero cumplió la mitad por la crisis. En su contrato se estipulaba que cobraría en dólares, pero la crisis adelantó su regreso. Fue el segundo portero del Barça en defender el marco del Puebla después de que lo hiciera Josep Iborra en dos etapas, entre 1944 y 1948.

Llangostera regresó a España y recaló en las filas del Palencia, de Segunda División. Fue una petición del entonces secretario técnico del equipo castellanoleonés, el exbarcelonista Teófilo Dueñas. Estuvo dos temporadas (de 1983 a 1985) y colgó los guantes y las botas.

Llangostera, que había estudiado ingeniería industrial, trabajó en una empresa de instalaciones eléctricas, aunque no abandonó el fútbol y se sacó el título de entrenador nacional. Regresó a los orígenes y dirigió cinco temporadas al Tortosa y también se hizo cargo del Ampolla y Ginestar.