Historia SPORT

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Pere Milla, el guerrero paciente y oportuno

Pere Milla, durante un partido del Elche

Pere Milla, durante un partido del Elche / EFE

Jordi Carné

Jordi Carné

Había viajado a Sudáfrica para vivir una experiencia diferente a nivel futbolístico y personal. Tenía 23 años y su entonces agente le había prometido una aventura deportiva que no tardó en convertirse en calvario. Durante varios meses vivió recluido en un hotel con un horario restringido para salir. Probó en varios equipos del país, pero su sitió nunca estuvo allí. Un episodio concreto precipitó el final de algo que nunca debía haber empezado. El día que durante un trayecto en taxi fue protagonista involuntario de una persecución policial a unos delincuentes que querían saquearle, Pere Milla (Lleida, 1992) ‘conoció’ el miedo “de verdad”. Y dijo basta.

“Recuerdo como si fuera ayer la conversación que tuvimos. Ya llevaba tiempo diciéndome que no estaba bien, que estaba jodido. Por suerte, al final volvió a España. Su representante le decía que no tenía ofertas, pero yo no me lo creía. Había coincidido con él en el Getafe B y, junto a Emiliano Buendía, que ahora está en la Premier, Pere era el mejor del equipo. Le puse en contacto con Egoitz Basurto [su actual agente] y desde entonces trabajan juntos”, recuerda Mikel Orbegozo, con el que Milla vivió durante su etapa en el filial del conjunto madrileño. “No nos conocíamos antes de compartir piso, pero teníamos un amigo en común. Ambos le preguntábamos sobre el otro y él nos respondía que éramos tal para cual. Efectivamente. Siempre estábamos juntos. Desde entonces le considero mi ‘hermanito’”, continúa.

El delantero ilerdense es, seguramente, la ilustración en futbolista de que los caminos de rosas no son precisamente habituales en la élite deportiva. Con la frase ‘La paciencia es la virtud de los ganadores’ como forma de vida y Raúl González Blanco como uno de sus referentes, el atacante ha tenido que ser “un enfermo del trabajo” –según afirman las personas que más le conocen– para consagrarse en el máximo nivel. Es imposible ‘entender’ al líder del Elche, a ese futbolista con un aura especial que le permite aparecer en el sitio adecuado y en el momento oportuno, sin conocer todo lo que ha tenido que vivir hasta ser venerado en ‘su’ templo, el estadio Martínez Valero.

Garra, entrega y lucha

“Está las 24 horas del día pensando en su cuerpo. Cuida mucho la alimentación, el gimnasio y el descanso”, explica Orbegozo sobre un futbolista alejado del perfil de estrella famosa, sobre alguien a quien le gusta estar con su pareja y su perro y escuchar música en los pocos momentos en los que no piensa el balón. Pere es metódico incluso cuando no está sobre los terrenos de juego. Y ambicioso. Siempre ha destacado por su entrega, garra y lucha. “Hay otros jugadores que empiezan la temporada a tope, pero luego se van dejando. Él lo da todo desde el primer minuto hasta que el árbitro pita el final del último encuentro del curso. Tenerlo al lado en un terreno de juego da una fuerza extra a los compañeros, sobre todo en los momentos difíciles”, reflexiona Mikel.

Un episodio de la temporada pasada ejemplifica a la perfección su modo de comportarse en el vestuario, donde no es el primero en levantar la voz ni el que más habla, pero todo lo que dice tiene sentido y es escuchado y respetado por el resto de integrantes de la plantilla. “Somos un equipazo y nos vamos a salvar”, dijo el catalán después de la derrota contra el Alavés en la antepenúltima jornada de Liga Santander 2020/21 (0-2). Para mantener la categoría, el Elche debía asaltar al Cádiz a domicilio y vencer al Athletic Club en casa. La misión se antojaba prácticamente imposible. Si finalmente lograron la deseada permanencia fue en gran medida gracias a Milla, que marcó en el primer encuentro (1-3) y se apuntó una asistencia en el segundo (2-0). “Nunca tira la toalla. Su lema es el de no rendirse. Siempre, en todos los momentos clave, aparece”, destacan fuentes de su entorno.

Naturaleza ambiciosa

“No tiene techo. Cuando estaba en Segunda B tenía entre ceja y ceja jugar en Segunda. Después, subir a Primera. Después, la salvación. Ahora ya es el máximo goleador del equipo junto con Lucas Boyé. Si algún día jugara en la Selección, intentaría ser uno de sus líderes. Es una cuestión de naturaleza”, agregan. Formado en las categorías inferiores del Lleida Esportiu, y tras su etapa en el Getafe B –con un debut con el primer equipo en la Copa del Rey– y su periplo por Sudáfrica, Pere ha defendido, por este orden, las camisetas del Logroñés, el Eibar, el UCAM Murcia (donde coincidió con su actual entrenador en tierras valencianas, Francisco Rodríguez Vílchez), el Numancia y el Elche. En toda su carrera ha disputado 343 partidos, ha repartido 19 asistencias y ha celebrado 64 goles, algunos de ellos históricos para sus clubes.

El más especial para él, sin ninguna duda, es el que marcó el 24 de agosto de 2020 en Montilivi. En el minuto 96, cuando la eliminatoria para decidir el ascenso a Primera División entre Girona y Elche parecía estar ‘condenada’ a la prórroga, Pere remató desde el vértice del área pequeña un centro de Fidel desde el perfil izquierdo y batió a Asier Riesgo. Esa noche, con el cabezazo "de mi vida", Milla conquistó la gloria y alcanzó el punto más alto de una historia narrada en forma de montaña rusa, con grandes instantes pero también con decepciones importantes. A sus 29 años, el ilerdense acaba contrato en el Martínez Valero el próximo 30 de junio. Las negociaciones están algo estancadas ahora mismo, pero en principio no debería haber problema para que, ahora que ha 'abrazado' la estabilidad, renueve con un equipo con el que ya acumula más de 100 participaciones.