Europa ha perdido cualquier respeto al Barça

Se consumó lo que se tenía que consumar. Otro batacazo europeo. Por segundo año consecutivo, el FC Barcelona se mostró incapaz de superar la fase de grupos de la Champions. Una competición que casi había convertido en su alfombra de 2006 a 2015 y que ahora es un auténtico infierno. Al barcelonismo le sale urticaria cada vez que lee u oye algo relacionado con la máxima competición continental.

Por segunda temporada seguida, tocará intentar levantar la Europa League. Algo que, ahora mismo, no consuela absolutamente a nadie. Pero esto es un aviso contundente para los que creían que el respeto podía volver a ganarse de un plumazo. Que la plantilla que le habían hecho a Xavi ‘obligaba’ a llegar a cotas altas en la Liga de Campeones. 

POR ACUMULACIÓN

Lo más triste de todo es que durante casi ocho años se ha repetido el mismo patrón. Ilusión-batacazo-ilusión-batacazo. Y así en bucle. Todo empezó el año 2015/16. Tras levantar la quinta Champions con Luis Enrique la edición anterior, el Barça partía como gran favorito. Y es por eso que caer ante el Atlético en cuartos fue completamente inesperado. Nadie en su sano juicio podía imaginar la travesía por el desierto que estaba por venir. 3-0 en Turín la siguiente campaña en cuartos (aún con ‘Lucho’), el famoso 3-0 en el Olímpico de Roma con gol de Manolas en 2018 (Valverde), el dolorosísimo 4-0 en Anfield en 2019 (Valverde), el 2-8 en la final burbuja frente al Bayern en Lisboa en 2020 (Setién).

El 1-4 con festival de Mbappé en 2021 en octavos (Koeman). El cuadro azulgrana se había abonado a los fracasos europeos. Casi sin quererlo, el Barça (a pesar de Messi) se estaba convirtiendo en un blanco fácil en el viejo continente. En un juguete roto. Y lo peor estaba por venir. 

ADIÓS AL 'VIEJO' CAMP NOU

Estas dos últimas temporadas han sido la pesadilla definitiva. El curso pasado, vapuleados en Lisboa (otra vez) ante el Benfica por 3-0 y en Munich por idéntico resultado. 21 años después, no había sido capaz el equipo culé de acceder a octavos de final. Y lo de este año...doloroso. Más si cabe que en otras ocasiones por las ilusiones depositadas. La inversión. Otra constatación de que recuperar el terreno perdido costará un mundo. Y luego otra cosa. Un detalle para los nóstalgicos. El de ayer fue el último partido del viejo Camp Nou en Champions. El curso que viene tocará verla desde el frío Montjuïc.