El mejor final para el Spotify Camp Nou

La jornada de este domingo en el Spotify Camp Nou entró en la historia del FC Barcelona. Fue un acumulación de sensaciones: emoción por asistir al último partido antes de la ejecución del Espai Barça, nostalgia por dar por cerrada una etapa de 66 años (1957-2023) y melancolía por el adiós de Sergio Busquets y Jordi Alba, con 15 y 11 temporadas a sus espaldas defendiendo el pabellón azulgrana. Y, a todo ello, exhibición del equipo de Xavi, que se impuso al Mallorca por 3-0.

La tarde empezó con una aura especial. Nadie quiso perderse una cita histórica, como lo fue la colocación de la primera piedra del coliseo barcelonista en el lejano 28 de marzo de 1954 o el primer partido del nuevo campo, el 24 de septiembre de 1957. El 28 de mayo de 2023 también está entre las grandes fechas del barcelonismo por acabar una etapa y empezar otra, la del futuro, tras una escala por Montjuïc, en principio hasta noviembre de 2024.

Pasillo

La afición que se dio cita en el Spotify Camp Nou recibió a los jugadores de Xavi Hernández cantando el himno del FC Barcelona a capela, mientras el campeón de Liga 2022-23 accedía al terreno de juego por el pasillo que le hizo el Mallorca. Minutos antes, por el marcador, se recordó a la plantilla, entre ellos el mítico Ladislao Kubala, que en 1957 inauguró el recinto.

Quedó muy claro que se trataba de una cita especial por la presencia de los hijos de Sergio Busquets, Enzo y Levi, y los de Jordi Alba, Piero y Bruna. Los dos jugadores canteranos, ambos capitanes, se despidieron de la afición barcelonista después de acumular 722 y 459 partidos respectivamente. En el caso de Busquets, luciendo el brazalete de capitán, de salida, en 119 ocasiones, por tres Jordi Alba.

Igualmente, que el partido empezara con aliento desde la grada ("¡campeones, campeones!") evidenció la singularidad del mismo. El mensaje lo captó con celeridad Ansu Fati, que convirtió el primer gol a los 48 segundos de ponerse en movimiento el balón. El canterano, que quiso reivindicarse, volvió a ser protagonista y anotó el 2-0 en el minuto 24.

El Barça, por jugar con superioridad numérica desde el minuto 14 por expulsión de Amath tras una dura entrada sobre Balde, siempre tuvo el control del partido y nunca vio peligrar la victoria. El ambiente en las gradas y en el campo no decayó en la segunda parte y Gavi se encargó de revolucionarlo con un golazo en el minuto 70.

Despedidas

En el minuto 81 llegó uno de esos momentos que tocaron la fibra. Se retiró Jordi Alba, con lágrimas en los ojos y aplaudiendo a la grada. En su lugar entró Marcos Alonso. El lateral, que completó siete recuperaciones, se sentó en el banquillo después de saludar efusivamente a Xavi Hernández.

Cuatro minutos después llegó otro momento para el recuerdo. El adiós de Sergio Busquets, que a diferencia de Jordi Alba dejó el campo más entero, con una sonrisa, como liberándose después de 15 temporadas al más alto nivel. Dejó el brazalete a Sergi Roberto mientras la afición coreaba su nombre: "¡Busi, Busi!". Se fue con tres disparos (buscó el gol en su despedida), una recuperación y 9,4 kilómetros recorridos. También se quedó en el banquillo, junto a Alba.

A partir de ahí la fiesta no cesó y el público permaneció en sus posiciones a la espera del momento cumbre: los actos de despedida de Sergio Busquets y Jordi Alba, que volvieron a emocionar a la afición. Ambos salieron al campo entre el pasillo que formaron sus compañeros y el staff técnico, portando Alba la Supercopa y Busquets la Liga.

Seguidamente, el presidente Joan Laporta les entregó una placa conmemorativa. Llegó entonces el momento de los parlamentos, muy aplaudidos por la afición. Ambos no dijeron adiós sino "hasta pronto". Seguidamente fueron manteados por los jugadores. La ceremonia acabó con música y una sardana, un guiño al día de la inauguración.