"Los encañoné y disparé dos veces"

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José Manuel Pérez Díaz es el aficionado del Barcelona que sacó una pistola de fogueo con la que disparó en el pasado derbi entre el Espanyol y el Barcelona en Cornellà-El Prat. 

El propio seguidor, de 53 años, se presentó en la redacción de El Periódico y explicó a través de una entrevista exclusiva el episodio que vivió en las gradas del estadio blanquiazul. Lo hizo cojeando porque, según explica, varios aficionados se abalanzaron sobre él para reducirlo. "Yo disparé en Cornellà. Llevaba una pistola de fogueo. No puse en peligro a nadie, pero lamento haberlo hecho", explica en la entrevista. "Creo recordar que era la silla 12 de la fila 11", describe sobre la entrada que compró por 153 euros para acudir solo al estadio. 

José Manuel Pérez comenta que, tras el gol de Luis Suárez, se sacó la camiseta del Barça que vestía como segunda prenda y la mostró como hiciera Messi en el Bernabéu tras marcar el 2-3. En ese momento, relata, "mi gesto no gustó a los radicales del Espanyol, que estaban cerca y comenzaron a lanzar insultos. Recuerdo que un grupo de unos 40 saltó de su zona a la mía. Iban a por mí. Temí por mi vida y saqué el arma. Los encañoné y disparé dos veces. Como la pistola, una 38 automática negra, era de fogueo nadie sufrió daños. Pero ellos no lo sabían y huyeron. La gente de alrededor se asustó. Me redujeron. Llegaron los agentes de seguridad que me inmovilizaron y me llevaron a un pasillo interior, junto a un bar, donde me entregaron a los Mossos".

El autor de los hechos no tuvo problemas para entrar la pistola: "Me registraron la mochila que llevaba pero no me cachearon. Llevaba la pistola escondida entre el ombligo y el pantalón. Ahora debo presentarme dos veces al mes y ya tengo una orden de alejamiento de los estadios de fútbol y de cualquier espectáculo público". ¿Por qué lo hizo? Pérez Díaz reconoció que tomó "unos chupitos", algo que está contraindicado si los combina con la fuerte medicación que asegura ingerir para combatir la depresión crónica que sufre. Es sí, explica que "tengo permiso" para llevar el arma. Ahora "debo presentarme dos veces al mes y ya tengo una orden de alejamiento de los estadios de fútbol y de cualquier espectáculo público", comentó a 'El Periódico'.

La versión del Espanyol

El Espanyol explica, a través de un portavoz oficial, que los hechos no fueron exactamente cómo los explica el autor de los mismos, que habría sido redudido por dos seguidores blanquiazules que eran mossos fuera de servicio y que, casualmente, estaban a su lado: "Los dos seguidores, al ver el arma, se avalanzaron contra él, lo redujeron y lo entregaron a los servicios de seguridad del estadio". Según el club "iba completamente bebido" y estuvo "provocando" desde mucho antes de que comenzara el partido lanzando proclamas barcelonistas "e insultando a los pericos". También explican que los hechos ocurrieron antes de que Luis Suárez marcara el primer gol, a los pocos minutos de iniciarse el segundo tiempo.