Joan Laporta (17-03-2021): "La felicidad hay que ir a buscarla"

El presidente del Barça realizó un discurso emotivo, pragmático y sincero en su toma de posesión

Realizó su discurso, con lágrimas incluidas, en el palco del Camp Nou durante casi cuarenta minutos

Joan Laporta, entre aplausos con su junta tras ser investido como presidente del Barça

Joan Laporta, entre aplausos con su junta tras ser investido como presidente del Barça / FCB

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Joan Laporta fue investido presidente en el Camp Nou, en el jardín de los sueños culés, frente al lema 'Més que un club'. Solo quien puede llamarse a sí mismo más que una entidad deportiva es capaz de reunir en el palco a toda su gente. Y toda su gente es toda: instituciones, secciones, trabajadores, deportistas, candidatos, operadores de vídeo y audio, políticos, directivos y, por supuesto... Leo Messi, a quien Laporta lanzó un guiño que si no le llegó al corazón es que es de piedra.

El nuevo presidente del Barça, anunciado por Judit Esteban, de Barça TV, como "pasado, presente y futuro" del club, realizó un discurso que se alargó durante cuarenta minutos que arrancó con un agradecimiento general y acabó con el general agradecimiento hacia él, todos en pie y aplaudiendo. "Solo Dios sabe lo que ha costado llegar hasta aquí, decía Cruyff", recordó Laporta antes de poner las bases de su futuro mandato: "Soy de esas personas que miran el mundo con optimismo, procuro evitar victimismos y catastrofismos, he intentado ser siempre positivo y quiero encarar esta etapa con generosidad, pero también con valentía".

Los deportistas, su pasión

El camino hacia la gloria lo tiene claro: "Tengo un reto muy importante y lo haremos con la máxima dosis de optimismo para llevar al Barça a la gloria, que recobre la alegría. Siempre he tenido una especial predilección por los jugadores", a los que les pidió un esfuerzo: "Pensad que vosotros sois quienes podéis devolver la alegría al barcelonismo". De hecho, usó la pancarta colgada cerca del Bernabéu, el jardín de Messi, para volver a ganárselos, si es que no los tiene ya en el bolsillo: "Cuando la colgué, también iba por vosotros, estoy muy feliz de volver a veros. Sois el alma de este club". Y les avisó de que "estoy aquí para ayudaros y protegeros". Punto y a parte mereció Leo Messi. Laporta no negó que "he venido aquí a mandar, pero también para intentar que Leo se quede. Él ya lo sabe y lo que haga estará bien, pero intentaremos que continúe". El presidente se lo dejó claro: "El Barça te quiere mucho y, si el campo estuviera lleno, seguro que no te podrías ir". El discurso de Laporta puede resumirse en una frase que él mismo pronunció y que le describe a él y a lo que quiere que el club se agarre: "La felicidad hay que ir a buscarla".

Sin miedo a la economía

Los números son lo menos parecido a las emociones: fríos, distantes y sin sentimientos. Y, pese a todo, el mundo se rige a través de los números. También el Barça. Por eso Laporta trató el tema con delicadeza, pero también de forma contundente, agarrando por el cullo a las matemática para decirles quién manda: "Es cierto que la situación económica del club ha generado cierta preocupación y esa es la prioridad que tenemos para que sea sostenible. Para ello tenemos un plan de choque, sabemos lo que tenemos que hacer y necesitaremos esfuerzo y trabajo, pero intentaremos encontrar nuevas fuentes de ingresos y tomas las decisiones correctas para que se revierta la situación". En ese sentido, comentó que "nos hace respeto, sí, pero no tenemos miedo. Somos valientes. Es la manera de ser de nuestro equipo y los cambios no nos asustan. Si hay que tomar decisiones que no se han tomado nunca, lo haremos por el interés del Barça".

Koeman, uno de los nuestros

Laporta tuvo palabras directas hacia Koeman, que es quien gobierna la nave del primer equipo del Barça. No dejó dudas sobre ello y dio a entender que la continuidad del holandés está garantizada: "Ronald ya sabe que tienes la confianza de esta nueva junta directiva. Lo que deseamos (y lo vemos) es que el equipo va mejorando y estamos muy contentos y esperanzados de que todo vaya bien". Además, prometió, a su manera refuerzos: "Haremos los esfuerzos que sean necesarios". Todo por la Champions, título al que el presidente se refirió cuando dijo que "hay que intentar que la historia de éxito con esta competición y el Barça siga". Y es que el club, para Laporta, "es muy grande porque somos un club admirado por cómo jugamos, respetados por cómo jugamos, nuestro sistema ha enamorado al mundo y somos una referencia y hemos sido queridos, eso lo tenemos que recuperar".

No dudó, hablando de lo que significa el Barça para el mundo, hablar de La Masia: "Es uno de nuestros pilares, la garantía de la viabilidad deportiva y económica de la entidad". Pidió que "los jóvenes que llegan a esta fábrica de sueños deben ser muy conscientes de que, cuando se ponen la camiseta del Barça, este gesto es muy importante". Para explicarlo, citó a Joan Gamper, fundador de la entidad: "Como él decía a la hora de ponerse la camiseta, de repente, el escudo os late bajo el escudo". Para Joan Laporta, el fundador "es uno de nuestros referentes" porque "acercó el club a la gente, a la ciudad y al país, hizo que el Barça fuera más que un club y nos sentimos herederos de sus valores. Ahora queremos ceder el testimonio a las nuevas generaciones y lo haremos con la máxima responsabilidad. Y todo sabiendo que no hay margen, esos cien días de la política. Nuestro margen es el próximo fin de semana, el próximo partido".

Mucho más que un club

El presidente buscó la complicidad de todos. La de sus contrincantes electorales, la de las instituciones, la de los jugadores, la de los trabajadores y la de todos y quienes forman la familia barcelonista: "El Barça es más que un club. Lo somos. Tenemos una carga simbólica y representativa de Catalunya muy importante, no queremos suplantar a nadie, pero nos identificamos como un club catalán abierto al mundo. Aquí cabe todo el mundo y llevamos con orgullo nuestros valores. Es un club que ha estado siempre vinculado al país, que se ha hecho global, nos conocen en todos lados, y hemos respetado siempre los derechos y las libertades. Hay que intentar integrar a todas las personas que quieren al Barça". Por eso pide estabilidad: "Es clave. En mi experiencia como presidente, me preguntaba por qué nos ha salido tan bien. Y es porque mantuvimos la estabilidad. Es clave, es troncal, mientras tengamos el tronco fuerte, irá bien. Y esa estabilidad también te la da la unidad del barcelonismo. No podremos hacerlo solo porque, como dice el himno, 'tots units fem força'. Hay que tener discrepancias en un modelo u otro, pero en este momento de gran dificultad, hay que estar unidos".

Por ello, "asumo un compromiso, el de toda la campaña, de que habrá un liderazgo fuerte y se tomarán decisiones". Fue este un momento en el que Laporta se emocionó recordando a su padre: "Ser fuerte en el liderazgo no es incompatible con las emociones y los sentimientos. Me acuerdo que, en 2003, vi por primera vez a mi padre con lágrimas en los ojos. No lo había visto nunca. Y era muy culer". En ese momento, levantó la mirada hacia el cielo con las mismas lágrimas que su padre había mostrado en 2003 y le recordó. Acabó pidiendo "que seamos un ejemplo para las nuevas generaciones, para nuestros hijos y nuestros familiares, para los jóvenes. Visca el Barça y visca Catalunya". Quienes allí estuvieron presentes se levantaron y aplaudieron.