Reválida para Gerard Deulofeu

Deulofeu jugó los noventa minutos ante el Murcia en la Copa

Deulofeu jugó los noventa minutos ante el Murcia en la Copa / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Gerard Deulofeu vive su regreso al Barça con una lupa encima suyo cada vez que le llega el balón. No debe ser nada fácil aislarse de la presión que supone ser analizado exhaustivamente por un entorno que convierte en un debate encendido cada una de las acciones que protagoniza. Todo lo que le rodea a nivel mediático es excesivo. Ser escrutado de esta manera es, seguramente, el precio a pagar por levantar tantas expectativas.

Su partido en Valencia (jugó veinte minutos) fue malo. No le salió absolutamente nada de lo que probó, ni siquiera acciones en apariencia sencillas para un futbolista que forma parte de la plantilla blaugrana. Lo único positivo es que colaboró a frenar la sangría que supuso en el segundo tiempo Gonzalo Guedes para la banda derecha del Barça. Pero eso, si se trata de Deulofeu, es poco porque al de Riudarenes se le pide, o eso parece, que en cada acción protagonice la jugada del siglo. Antes de Valencia había completado buenos partidos con otros que no lo fueron tanto, en la misma tónica que el resto del equipo. Valverde le dio la titularidad ante el Murcia en la Copa, jugó los noventa minutos y, pese a no marcar, sumó con una actuación más que correcta para cualquier futbolista menos para él, con quien la exigencia es máxima en cada aparición.

nueva oportunidad

Más allá de que el jugador se siente satisfecho con los minutos y la confianza que le está ofreciendo Ernesto Valverde en su regreso al Camp Nou, Gerard Deulofeu es consciente de que deberá seguir creciendo para consolidarse en una plantilla como la blaugrana. Ese es su objetivo y así lo expresó antes de aterrizar después del Europeo sub 21 que disputó con España en Polonia. Quiere triunfar en el Barça y, para él, esta temporada es clave.

El Sporting de Portugal aparece en el último encuentro de la fase de grupos de la Champions como una ocasión inmejorable para volver al equipo como titular. Sobre todo porque Valverde decidió apartarlo de la sobreexposición mediática a la que se vio sometido y no incluyó al delantero en la lista de convocados del encuentro disputado ante el Celta. No se trató en ningún caso de un toque de atención, ni mucho menos un castigo, sino una manera de proteger a un jugador que, es imprescindible no olvidarlo, solo tiene 23 años. En ese sentido, su carrera como profesional es aún muy larga y, también, su capacidad para progresar. El técnico blaugrana es muy consciente de ello y está ayudando a gestionar los primeros meses de su nueva etapa en el Barça de la mejor manera posible. Darle minutos en partidos con menos presión y sin la necesidad de notar un exceso de responsabilidad como el del Sporting de Portugal es una ayuda impagable.