La espalda, el talón de aquiles de Gündogan

El germano se marchó lesionado en el partido amistoso frente a Francia, debido a una aparatosa caída

En 2013, estuvo más de un año lesionado por una compresión espinal, que le impidió disputar el Mundial de Brasil

La escalofriante caída de Gündogan

La escalofriante caída de Gündogan / TF1

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Ilkay Gündogan hizo saltar todas las alarmas al ser sustituido en el intrascendente partido amistoso entre Alemania y Francia. El centrocampista blaugrana cayó de espaldas al césped tras un salto y sufrió un duro golpe en la parte baja, en la zona lumbar, que le obligó a ser sustituido en el minuto 25 del encuentro.

El nuevo seleccionador alemán, Rudi Völler, habló sobre la lesión de Ilkay Gündogan en el partido y dio buenas noticias. “Gündogan tiene un moratón en la espalda pero no hay nada roto”, comentó. Sin embargo, los servicios médicos del FC Barcelona le realizarán más pruebas a lo largo del día para concretar el alcance de la lesión. A pesar de que reviste una menor gravedad de la prevista, su presencia este sábado ante el Betis parece más que complicada.

A Gündogan se le debieron aparecer varios fantasmas del pasado, dado que la espalda ya le llevó por la calle de la amargura en 2013. Justo en el estreno liguero de la Bundesliga, cayó lesionado y no volvió a jugar hasta octubre de 2014: 428 días de baja y 135 partidos sin poder vestirse de corto entre el Borussia Dortmund y la selección alemana.

Una lesión que le impidió participar en el Mundial de Brasil 2014, curiosamente, campeonato en el que el combinado germano logró convertirse en campeón del mundo. Desde entonces, la espalada no le ha dado más problemas relevantes, hasta el encuentro de ayer. En su trayectoria como futbolista del Manchester City sufrió una grave lesión que le dejó ocho meses fuera de los terrenos de juego, pero debido a una rotura del ligamento cruzado.

El propio Gündogan recordaba aquella dura lesión en la espalda de la siguiente manera en una entrevista concedida a 'The Guardian' en 2021: “Estuve fuera 14 meses, pero la peor parte fue que nadie sabía realmente qué tipo de lesión era. Vi a un cirujano y quería ponerme un gran tornillo en la espalda que no me permitiría jugar al fútbol a este nivel. Así que tenía miedo de no volver a jugar y estoy muy agradecido de haber encontrado al cirujano adecuado”.