Lo que esconde pasar del primer equipo al filial del Barça

German Bona

German Bona

De principio de semana hasta el miércoles o el jueves, la vida se convierte en un cuento de hadas para Riqui Puig, Miranda y últimamente también para Collado. Con algunas excepciones puntuales, suelen entrenarse junto a los Messi, Luis Suárez, Coutinho y compañía y se lo pasan en grande conviviendo y aprendiendo de los grandes cracks. Incluso Riqui y Miranda han jugado ya en el Camp Nou con motivo del Gamper. Ernesto Valverde cuenta con ellos en los entrenamientos y no ven el momento que llegue una primera ronda de la Copa del Rey para tener la oportunidad de debutar con el primer equipo en partido oficial.

Llega el fin de semana y toca volver a la realidad. La carroza dorada vuelve a convertirse en una 'calabaza'. La realidad de estos futbolistas es el Barça B, ellos son conscientes, lo saben y lo aceptan. Pero no significa que sea fácil asimilarlo y así se puede comprobar en estos primeros partidos de Liga con el filial. No es un caso nuevo, pero sí está acentuado por las enormes expectativas que han creado.

Se trata de jugadores muy jóvenes, que el año pasado estaban en el juvenil y ahora les toca competir en una Segunda División B que Carles Aleñá define de manera tan gráfica como acertada: "Es muy jodida, la gente se piensa otra cosa, pero es muy jodida". 

Precisamente, Aleñá se encuentra en una situación parecida aunque con matices y sabe mejor que nadie de lo que habla. El del Maresme es, a diferencia de los otros, jugador del primer equipo a todos los efectos, pero una grave lesión motivó que el club decidiera que la mejor manera de coger la forma física era jugar de forma circunstancial con el Barça B. Para él, tampoco es coser y cantar y así lo reconoce: "Es difícil pasar de un equipo a otro, ya lo notamos el año pasado, pero el cambio ahora de Primera a Segunda B es más grande", señala un Aleñá que admite que el 'desfase' de categoría "es también psicológico, estás entrenando con el primer equipo y luego el fútbol, todo, es diferente".

Eso sí, es un camino por el que han de pasar, así que "tienes que adaptarte y más los que estamos a caballo del primer equipo y el filial. A Riqui, a Miranda les está pasando, pero a medida que pasen los partidos y pillen el mecanismo, lo harán automáticamente", vaticina Aleñá.

GARCÍA PIMIENTA LO VE NORMAL

Una de las grandes ventajas que tienen estos chavales de cara a superar la situación es que cuentan en el filial con un técnico que también lo ha vivido y aporta su experiencia. Francisco Javier García Pimienta le quita hierro y, a la vez, advierte que es el proceso elegido y no hay vuelta de hoja. "Somos el Barça y ha pasado toda la historia. Cuando yo jugaba, también los Celades, De la Peña, Juan Carlos Moreno, Velamazán... todos entrenaban con la primera plantilla y el fin de semana muchos días estábamos esperando la lista para ver quién iba con el primer equipo y quién no", recuerda.

'Pimi' insiste en que "es el Barça y trabajamos para que muchos de estos jugadores sean importantes en la primera plantilla. Si tienen la oportunidad de entrenarse con ellos, estamos muy contentos. Está claro que repercute en el día a día del filial, pero nosotros echamos mano del juvenil y estamos adaptados porque ya sabíamos que funcionaba así".

El aprendizaje siempre es duro y es obvio que los Riqui, Miranda y compañía no están ofreciendo su mejor nivel con el filial. Pero tan importantes son los entrenamientos con el primer equipo, como los partidos con el 'B'. Una experiencia que no es fácil de llevar y hay que entenderlo y sobre todo, arroparles para que el cambio no se les haga tan y tan brusco.