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David Cobeño: “Fichar a jugadores humildes nos da la identidad de la que presumimos”

El director deportivo del Rayo Vallecano atiende a SPORT en la previa del enfrentamiento contra el FC Barcelona

El exportero, optimista con la continuidad de Iraola: “No creo en los cambios constantes de entrenadores, confunden a los jugadores”

David Cobeño, en su presentación como director deportivo del Rayo Vallecano en 2017

David Cobeño, en su presentación como director deportivo del Rayo Vallecano en 2017 / Rayo Vallecano

Jordi Carné

Jordi Carné

Fue llegar y besar al santo. David Cobeño (Madrid, 1982) no pudo empezar mejor su trayectoria como director deportivo del club de su vida, el Rayo Vallecano. El exportero inició su carrera en los despachos con un buen mercado de fichajes que catapultó al conjunto franjirrojo hacia Primera División. Seis años después, el ejecutivo se muestra completamente satisfecho del trabajo realizado y asegura que el éxito del equipo no sería posible si no fichara a futbolistas humildes. “Para nosotros son vitales los jugadores que vienen de abajo, los jugadores a los que les ha costado llegar a la élite. Tenerlos nos da esa identidad de la que siempre presumimos”, explica a SPORT.

¿Cómo se construye un equipo tan competitivo al máximo nivel con uno de los presupuestos más bajos de Primera?

Con trabajo y dedicación. Sin esto, es imposible. Nosotros competimos con menos armas que la mayoría de equipos de Primera e incluso que algunos de Segunda. Tenemos que rastrear a fondo el mercado, buscar mucha información y, al final, tener suerte con los jugadores por los que apostamos.

¿Cómo se transmite, a futbolistas que no se han formado en el club, la filosofía del Rayo?

Antes de hacer un fichaje, siempre indagamos en el perfil personal de cada jugador. Cuando incorporamos a alguien, el barrio y la afición le hacen ver lo que significan para nosotros el Rayo y Vallecas. Además, durante el año los futbolistas dan vueltas por el barrio para conocer la cultura y el pensamiento de la gente. Esto les ayuda a conocer muy bien el club.

En su primer año como director deportivo, el Rayo realizó un buen mercado de fichajes y levantó el primer título de su historia con ascenso incluido. ¿Cuál fue el fichaje más importante?

Siempre digo que el fichaje más especial fue el primero, el de Óscar Trejo. Habíamos sido compañeros y manteníamos una relación personal cercana. Fue un fichaje complicado porque él era la estrella del Toulouse, de la primera división francesa. Le convencimos para que fuera el buque insignia del equipo. Y así fue. Tanto él como Raúl de Tomás realizaron una espectacular temporada. Por ser el primer fichaje, por ser un excompañero y amigo y por lo que está significando para la historia del club, me quedo con Trejo.

¿Se arrepiente de no haber tenido paciencia con Míchel?

Evidentemente, a nadie le gusta despedir entrenadores. No somos un club que destituya técnicos constantemente. Míchel, además, es un amigo personal. La situación era complicada, llevábamos muchas derrotas seguidas, estábamos en descenso y la propiedad decidió apostar por otro entrenador para intentar reactivar al equipo. Al final, el cambio tampoco dio resultado. El tiempo me ha demostrado que siempre que se pueda confiar en un técnico, y más si es de la casa, mucho mejor. Es difícil actuar con frialdad cuando las cosas no van bien, pero es cierto que la mayoría de veces los cambios de entrenadores tampoco funcionan. En nuestro trabajo hay un margen de error, no podemos acertar siempre. Hay que aceptar los errores e intentar no volver a repetirlos.

¿Por qué cuesta tanto tener paciencia en el mundo del fútbol?

Es incuestionable que cuesta, pero nosotros aquí solo hemos destituido a un entrenador, Míchel. Para mí es clave dar confianza y estabilidad a las plantillas. Es a partir de ahí donde se sustenta el crecimiento de los equipos. No creo en los cambios constantes de entrenadores, confunden a los jugadores.

"El estilo de Iraola es ideal para un club como el Rayo"

Ahora todo es muy bonito con Iraola, pero en algunos momentos de la temporada 2020/21 estuvo discutido por parte de la exigente afición del Rayo. ¿Lección aprendida?

Sí, sí. Como dices, en algunos momentos de esa temporada los resultados no llegaron y estábamos haciendo la goma con el ‘play-off’ de ascenso. Al final, hay que aprender de los errores. La experiencia te ayuda y, en ese momento, tanto el presidente como yo decidimos dar continuidad al cuerpo técnico porque veíamos cosas buenas a las que agarrarnos. El tiempo nos dio la razón: ascendimos a Primera, hicimos una temporada espectacular y este año se está reafirmando todo el buen trabajo que estamos haciendo desde que Andoni está con nosotros.

¿Qué es lo que más le gusta de Iraola?

Es un entrenador con el que se puede dialogar y consensuar las decisiones. No es estricto en sus ideas y es fácil de trabajar con él en el día a día. Cuando hay sintonía entre cuerpo técnico, dirección deportiva, presidencia y equipo, todo es mucho más sencillo. Esto es un valor que nosotros tenemos en cuenta. A nivel deportivo, se adapta muy bien al fútbol moderno, al fútbol de toque, de mucha intensidad y transiciones rápidas. Con nuestro campo pequeño y la afición tan caliente y cercana, este tipo de juego nos viene muy bien.

¿Es optimista con su continuidad?

Sí. La verdad que siempre soy optimista. En los momentos difíciles, también. Ahora lo está haciendo muy bien y algunos equipos con más nombre que el nuestro están pendientes de él, pero aquí está a gusto. La comodidad de trabajar aquí es muy importante para él, ojalá podamos continuar un año más con él y su cuerpo técnico.

Catena, Fran García, Comesaña, Isi Palazón, Trejo, Álvaro García… ¿Cómo se explica que jugadores que no sobresalieron en la categoría de plata brillen ahora en Primera?

Algunos de los futbolistas que nombras venían de un año malo en Segunda y no tenían confianza, pero para nosotros eran muy importantes. Hay jugadores que necesitan ese cambio de mentalidad y autoexigencia que dan los mejores escenarios y rivales. Para nosotros son vitales este tipo de jugadores humildes que vienen de abajo, a los que les ha costado llegar a la élite. Tenerlos nos da esa identidad de la que siempre presumimos en el Rayo. Si además rinden bien como lo están haciendo, es perfecto.

De todos los partidos que ha jugado el Rayo desde su llegada, ¿cuál recuerda con especial cariño?

Ha habido muchos, pero quizás me quedaría con los días de los dos ascensos, tanto el del primer año con Míchel contra el Lugo como el que logramos tras remontar al Girona. Me quedo con estos partidos porque fueron muy importantes para el club, porque regresó a la élite del fútbol español.

¿Cree que el mercado de fichajes debería finalizar antes de que empezara la temporada?

Sin duda. Sí. Creo que sería mucho más sencillo y rápido todo. Nos dejaríamos de tantas negociaciones absurdas, creo que se pierde mucho tiempo. La competición sería mucho más limpia. No solo en España, también a nivel europeo e internacional. No puede ser que se realicen fichajes con dos o tres jornadas y que jugadores que han jugado contra ti puedan unirse a tu plantilla al día siguiente.

"El 'caso Negreira no es bueno para nadie"

¿Cuál es el objetivo del Rayo en el corto plazo?

Para que un club como el Rayo pueda competir de tú a tú contra equipos que llevan muchos años en Primera, tiene que estar un mínimo de tres o cuatro temporadas en la élite. Con el control económico y el reparto de dinero es muy importante consolidarse para poder tener unos ingresos por encima de la media. Es eso lo que te permite dar el salto de calidad. El mejor ejemplo lo encontramos en Osasuna, que lleva cuatro temporadas en Primera y ya está dando pasos de gigante y estabilizado a mitad de tabla. Nuestro objetivo es el mismo. Estabilizar el club en Primera te da unos ingresos muy grandes que te ayudan, claro está, a firmar más jugadores.

¿Cómo se gestiona la presión de que la posibilidad de hacer un mal mercado de fichajes pueda provocar un descenso?

Es una cuestión de meterte en el papel que te toca. El nuestro es el de firmar para competir por salvar la categoría. Tenemos un margen de error pequeño, pero es imposible acertar siempre. La exigencia es máxima, pero hay un margen de equivocación y unos factores que no podemos controlar como las lesiones, la adaptación al equipo, el idioma… Intentamos minimizar todos los riesgos, pero algunas veces que no podemos hacerlo y toca arriesgar. Hay mejores y peores años, por lo que la continuidad del bloque es muy importante.

¿Cómo se gestó la llegada de Falcao? El equipo del pueblo firmando a uno de los goleadores más importantes de Europa. Esta no la vimos venir…

En casos como el de Radamel, es cierto que tenemos una pequeña ventaja respecto a otros equipos: una ciudad como Madrid llama mucho la atención. Falcao había estado en el Atlético varios años y quería volver a la ciudad, a España y a la Liga. Y esto nos lo facilitó todo. Fue todo muy rápido y sencillo. Radamel nos ha demostrado unos valores que nadie pensaba que tenía. Estamos encantados de contar con él en nuestra plantilla.

¿Cómo ve al Barça?

Bien. Es un ‘superquipo’ con unos ‘superjugadores’. Están en una situación compleja a nivel institucional por todo que rodea al club actualmente, pero es un equipo grande que siempre va a luchar por los títulos más importantes. Desde la distancia veo a un equipo con calidad que lo tiene todo para competir al máximo nivel.

¿Qué piensa del ‘caso Negreira’?

Me pilla un poco lejos, pero desde fuera pues creo que no es bueno para nadie. Ni para el Barça ni para la Liga. El runrún tampoco es bueno para el resto de clubes españoles. Esas tertulias diarias sobre el ‘caso Negreira’ no son buenas. No es bueno que se hable de algo que no sea deporte, y menos cuando el Barça es el líder. Ojalá se puedan esclarecer los hechos. Que sea la justicia la que dictamine si se ha cometido algo ilegal y, en caso de que sea así, que se paguen las consecuencias.