La 'cruzada' de Dembélé con Mateu Lahoz

El galo mantuvo un 'idilio' con el árbitro valenciano, que no señaló como penalti una 'embestida' muy protestada por el barcelonismo

El trencilla fue el verdugo de la primera y única expulsión hasta ahora del de Vernon en un Barça-Sevilla en 2019

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Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Fue casi hasta entrañable ver a Ousmane Dembélé encendido sobre el terreno de juego del Camp Nou. Normalmente nos tiene acostumbrados el futbolista nacido en Vernon a una actitud más apática, como que la cosa no va con él, pero definitivamente parece que esa versión ha quedado atrás. Se le ve mucho más enchufado en los partidos, los vive con intensidad, trabaja en defensa, se 'pica' con rivales, grita, protesta. En definitiva, disfruta. Y anoche en el duelo frente al Athletic se le vio especialmente encendido con una figura. Sí, la de Mateu Lahoz.

Mantuvo un 'idilio' a lo largo de los más de 80 minutos que estuvo sobre el verde con el colegiado más famoso de nuestro fútbol. Reconocido por su afán de protagonismo y por esa forma tan curiosa de llevar los partidos dialogando con los jugadores, llamándoles por su nombre, haciendo bromas. De camaradería, vaya. Pero con Ousmane se topó con un hueso que no estaba para muchas bromas.

Probablemente el francés tenía muy fresco el recuerdo de su primera expulsión con la camiseta azulgrana. Fue el 6 de octubre de 2019. Mateu había echado a Ronald Araujo ante el Sevilla por una acción con el 'Chicharito' Hernández y a Dembélé se le encendieron los plomos. Según reflejó el valenciano en el acta, Ousmane le dijo "malo, eres muy malo". Le cayeron dos partidos.

Una acción con Muniain, punto álgido

El caso es que el extremo, muy activo desde el primer minuto, mantuvo una cruzada a lo largo del encuentro con Lahoz. Conscientes de su desequilibrio y de su tremendo estado de forma, los futbolistas del Athletic cosieron a Ousmane a faltas. El galo se fue impacientando cada vez más al ver que no había mayor castigo. Aspavientos, malas caras. Se fue 'agriando' esa relación. Imaginamos que en el túnel algo le diría el jugador azulgrana porque ambos entraron hablando y la conversación se mantuvo sobre el terreno de juego. Mateu reía, pero a Ousmane no parecía hacerle ninguna gracia la historia.

El punto culminante llegó en el 69'. Una carga de Muniain dentro del área hacía caer al extremo barcelonista. Mateu lo dejó correr y el VAR ni siquiera le avisó para revisar. Ousmane lo entendió como penalti clarísimo y explotó. Hasta sus sustitución en el 86' se mantuvo esa tensión. Lejos de su versión más apática, el nuevo Dembélé está enchufado y no regala claveles a nadie.