Golazo de Messi y sufrimiento final

El Barça cambió de guión, aparcó sus salidas al campo ligeramente aletargadas y exhibió un ritmo trepidante. En buena medida gracias a un Messi hiperactivo, entrando continuamente en juego y abriendo el marcador con otro lanzamiento de falta magistral. Uno de esos datos que lo reflejan todo: Ter Stegen estuvo inédito en estos primeros 45 minutos.

Koeman introdujo algunos retoques en el dibujo. Griezmann estuvo más abierto que nunca y buscando las diagonales para facilitar la irrupción con espacios de Jordi Alba. De Jong, pese a su excelente rendimiento en los últimos partidos, retrasó su posición para jugar de pivote, con Pjanic por delante. El otro gran apunte va dedicado a la pareja de centrales. En un partido tan exigido, Araujo y Umtiti mantuvieron a raya a Williams y Raul García, tanto en el uno contra uno como en la anticipación.

REACCIÓN DEL ATHLETIC

Tocó sufrir en la segunda mitad, con un Barça más replegado y un Athletic pisando suelo próximo al área de Ter Stegen. Llegó el gol y la sensación de peligro del conjunto de Marcelino. Pero el equipo reaccionó gracias a una gran acción coral de Mingueza, Pedri y Griezmann. Por cierto, detalle a tener en cuenta: Pedri lleva varios partidos destacando más su sacrificio defensivo y capacidad de robo que por sus pases filtrados al interior del área rival.

En los últimos minutos se repitió la historia, Koeman apostó por cerrar con tres centrales y el Barça acabó pidiendo la hora. Una reflexión final. Entiendo la alegría de la afición por dar caza al Real Madrid en la tabla pero, personalmente, pienso que es más importante que el equipo crezca aún más en su juego.

La clave: primera parte trepidante de los azulgranas y en la segunda hubo que asegurar el resultado