La confesión del hijo de Negreira sobre los pagos recibidos

Javier Enríquez afirma que gastó miles de euros en "acompañar" a los árbitros que pitaban al Barça

Según informa 'El Confidencial', el hijo del excolegiado admitió a Hacienda que ejercía de anfitrión de los árbitros cuando pitaban en Barcelona

Silencio total del hijo de Negreira

'El Chiringuito' cazó al hijo de Negreira, pero no soltó ni una palabra. /

SPORT.es

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Novedades en el 'caso Negreira'. Javier Enríquez Romero, hijo del que fuera número 2 del CTA, admitió a Hacienda que ejercía de anfitrión de los árbitros cuando pitaban en Barcelona y se encargaba de recogerlos en el hotel y llevarlos hasta el Camp Nou, con un gasto de "miles de euros".

Según informa hoy "El Confidencial", Javier Enríquez Romero, hijo de José María Enríquez Negreira, reconoció a Hacienda que cobró del FC Barcelona por "acompañar prácticamente cada semana" a los equipos arbitrales que llegaban a Barcelona para pitar al club blaugrana.

Así, una de las empresas de Javier Enríquez, Soccercam SL, presentó a la Agencia Tributaria unos gastos relacionados con ese y otros servicios similares por un importe cercano a los 100.000 euros.

Estas declaraciones constan en el expediente de la inspección que la Agencia Tributaria abrió al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y a su hijo en el año 2019, tras descubrir que habían recibido grandes cantidades del Barça por supuestos servicios de consultoría aparentemente ficticios, al que ha tenido acceso "El Confidencial".

Una de las sociedades investigadas fue Soccercam SL, controlada por Javier Enríquez, y que facturó al equipo catalán un total de 297.085 euros entre junio de 2016 y octubre de 2018 a través de la sociedad Tresep 2014 SL, del directivo del club ya fallecido José Contreras.

La información señala que Hacienda cuestionó gran parte de los gastos presentados por Soccercam SL, entre ellos, varios importes relacionados con la compra y mantenimiento de un vehículo.

Sin embargo, en un escrito redactado en 2022 y al que ha tenido acceso el citado medio, Enríquez Romero alegó que tenía derecho a deducirse esas partidas porque se trataba de costes "necesarios y afectos a la actividad de la sociedad". "Concretamente", explicó el hijo de Negreira, "dicho vehículo sirve para acompañar prácticamente cada semana a un equipo arbitral durante su estancia en Barcelona (aeropuerto, hotel, campo…)".

Otros gastos presentados por la sociedad de Javier Enríquez se derivaban, según el hijo del exdirigente arbitral, de "visitas semanales a los clientes de coaching" que supuestamente habían contratado sus servicios para mejorar su rendimiento.

Las diligencias que instruye el Juzgado número 1 de Barcelona revelan que entre esos clientes había varios árbitros profesionales que estaban en activo en el momento de los pagos y que incluso dirigieron partidos del Barça durante el tiempo que duró su relación con el hijo de Negreira.

Los gastos de Soccercam SL cuestionados por Hacienda ascendían exactamente a 96.604,49 euros. Enríquez Romero argumentó que se trataba de desembolsos en “comidas, alquiler de vehículos, desplazamientos en medios de transporte público y gastos de representación” relacionados con la actividad que realizaba para el FC Barcelona y que cobraba a través de Tresep 2014 SL.

Javier Enríquez reconoció que al menos una parte del dinero que cobró del Barça acabó siendo disfrutado por los mismos colegiados que luego arbitraban al conjunto blaugrana.

Al exvicepresidente del CTA y a los expresidentes del Barça Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu se les acusa de un delito de corrupción entre particulares en su modalidad deportiva, pero el administrador de Soccercam SL se ha quedado fuera del procedimiento.

La Liga, personada en el caso como acusación particular, ha presentado en el juzgado un escrito en el que solicita que Enríquez Romero también sea imputado, al entender que concurren numerosas evidencias de que participó activamente en el cobro de más de siete millones de euros del FC Barcelona y que pudo influir en las decisiones de los colegiados con esas "comidas" y acompañamientos al hotel y el Camp Nou.

Javier Enríquez Romero fue citado a declarar ante la Fiscalía el 21 de noviembre de 2022. Manifestó que su relación con el Barça empezó en 2013 —bajo el mandato de Sandro Rosell— y que desde 2015 empezó a realizar los informes arbitrales. Esa relación terminó en 2018, el mismo año en que su padre dejó de ser vicepresidente de los árbitros.

Entre la documentación que obra en el sumario, constan informes sobre los colegiados que iban a arbitrar al Barça. En esos documentos, se incluían datos personales sin relación con su forma de arbitrar. Eran informaciones sobre sus “estudios, hábitos, costumbres, gustos y aspecto social”. Cuando le preguntaron por qué incluía estos detalles en un informe arbitral, Enríquez Romero contestó que era “para indicarle al club cómo puede atender mejor al árbitro”.

'El Confidencial' señala también que, además de las transferencias realizadas entre 2016 y 2018, en la causa constan pagos directos del Barça a Soccercam SL entre 2003 y 2006, durante el primer mandato de Joan Laporta.

Cuando la Fiscalía preguntó a Enríquez Romero por qué facturaba sus trabajos a través de un directivo intermedio, señaló que lo hacía “para guardar las apariencias y evitar los malos entendidos que pudiera haber por trabajar para el Barcelona el hijo del vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros”.

Los investigadores del caso creen que los informes tan solo eran "un señuelo para esconder el verdadero motivo de los pagos: propiciar que Negreira hiciera valer su posición en el estamento arbitral a favor del FC Barcelona", dice el citado medio.

El hijo del exvicepresidente de los árbitros aumentó estas sospechas cuando explicó a la Fiscalía que se reunió con el club cuando su padre dejó el cargo en el CTA en 2018. Lo que les trasladó a los directivos barcelonistas es que ya le podían contratar directamente sin necesidad de intermediarios porque su padre había dejado su cargo institucional.

Sin embargo, al club ya no le interesaron sus trabajos y la relación acabó ahí. Fue una reunión en la que estuvieron presentes el expresidente Josep Maria Bartomeu y otros directivos. Alegaron motivos económicos, pero la sensación de Enríquez Romero fue otra. “Dio la impresión de que estaban por obligación y compromiso. La reunión no duró más de seis minutos”, recordó en su declaración en Fiscalía.