El cabecilla del Barça es Lewandowski

El polaco rompió al fina su particular sequía goleadora

El cuerpo técnico ha arropado al ariete en los últimos días

FC Barcelona - Alavés | El primer gol de Lewandowski

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Cuanta más falta hacía, Robert Lewandowski tiró de galones, trayectoria y olfato de gol para despertar. No solo a él mismo, sino también a un Barça que hasta el tanto del polaco andaba sin acierto en el área del Alavés. Tras seis partidos consecutivos sin ver portería, el ex del Bayern hizo lo que viene haciendo toda su vida: sacar su pólvora para decidir partidos.

El Barça es el club del mundo que más ruido genera. Deportivo y extradeportivo. Cuando los resultados no llegan, nadie se salva de críticas feroces. Algunas justificadas; otras, sin ningún fundamento detrás y con la única intención de hacer daño. Exactamente esto le ha tocado vivir a Lewandowski en las últimas semanas. El polaco forzó para ayudar a su equipo en el Clásico cuando todavía no estaba al cien por cien y le ha tocado pagarlo. En parte, porque sin él nadie más asumió el relevo goleador en ataque.

En los últimos días, un sinfín de rumores han rodeado a su figura: que si no está bien, que si ya es viejo, que si lo mejor sería un traspaso a Arabia Saudí, que si su tobillo está muy delicado... Observador en silencio del panorama, 'Lewy' sabía que solo había una forma de callar bocas: la que obró este domingo ante el Alavés.

Un doblete terapéutico para él, para Xavi, para el club...

Su doblete ejerce de calmante para muchos. Primero, para él mismo. Después, para Xavi. Y, tercero, para todo un club que se preparaba para decretar el estado de alarma si este domingo no se sacaban los tres puntos frente a los vitorianos.

Lewandowski celebra su gol contra el Alavés

Lewandowski celebra su gol contra el Alavés / Javi Ferrándiz

Lewandowski fue al suelo casi quinientas veces en los primeros 45 minutos. La que libró con los centrales del Alavés fue una guerra sin cuartel. Contacto viene, contacto va. Y, no se podía saber, al final el único que se llevó la tarjeta amarilla fue el ariete azulgrana. Cuando parecía que la frustración podría acabar desquiciándole, Robert lo cambió todo con un gesto que tan bien conocen en Dortmund y Múnich. Kounde puso un 'caramelo' desde la derecha y el '9' rotó el cuello de una forma impresionante para batir a Sivera con un testarazo inapelable.

De víctima a culpable

El fútbol son estados de ánimo y con el 1-1 todo cambió. Poco después, Ferran forzó un penalti que transformaría Lewandowski para firmar su doblete y la remontada del Barça. Los tres puntos eran obligados y, seguramente, algunas dudas seguirán planeando sobre el conjunto catalán. Lo que sí provocan estos dos goles del polaco es dejar en evidencia a todos los que han aprovechado el mal momento del equipo para situar a 'Lewy' como culpable en vez de víctima del bajón grupal. Algunos olvidan que, por muy bueno que sea, Robert nunca ha sido un creador y sí un finalizador.

Con sus dos dianas, Lewandowski se coloca ya con siete goles en lo que va de Liga, superado solo por Jude Bellingham. Hacía más de una década que el delantero no encadenaba seis partidos sin 'mojar'. La mala racha ya es anécdota y el 'killer' del Barça está de vuelta cuando algunos ya le daban por muerto.