Buscando a Griezmann

Griezmann no consigue conectar con Messi

Perform

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Alrededor de la adaptación de Antoine Griezmann circulan todo tipo de teorías. Aunque la realidad más severa hasta ahora es la que se ve en el campo. La que muestra a un jugador que sigue lejos de expresar con naturalidad su fútbol. 

La sensación de desconexión que transmite en muchos minutos recuerda incluso, a lo ocurrido con Coutinho, a pesar de ser dos jugadores muy distintos.

Hasta ahora el Barça juega un partido. Y Griezmann otro. Aislado a menudo en una banda izquierda donde se siente un extraño. Insiste Valverde: ahí triunfó en la Real Sociedad. Pero han pasado suficientes años como para que Griezmann haya dejado de ser ese jugador. 

“Tengo que ir poco a poco. Ya me pasó en el Atlético y me está pasando también en el Barcelona. No voy a pillar la táctica en un segundo”, insiste el francés.

Pero Griezmann ni es un jugador particularmente rápido ni se caracteriza por su desborde. De ahí que sufra cuando está cerca de la banda.

Más aún en el estilo del Barça, donde el delantero tiene que aprender a vivir sin espacios. Y sobre todo en una banda izquierdo en la que no termina de sentirse cómodo. 

Incluso Valverde ha terminado dándose cuenta y ha pasado del “Griezmann tiene que buscarse la vida” a tratar de buscar soluciones tácticas. 

El francés ya ha jugado en todas las posiciones del ataque. Pero en ninguna termina de encontrarse del todo. Sobre todo porque en el Barça no tiene el contexto ideal para su juego: la posición de mediapunta por detrás de un nueve referencia como Diego Costa Giroud.

Tampoco situaciones de juego al contragolpe que le permitan tirar desmarques al espacio o asociarse con rapidez. Dos de sus mejores virtudes. 

Griezmann suma 4 goles y 3 asistencias esta temporada con el Barça

El plan de Valverde es insistir con el francés para encontrar su mejor encaje. Aunque la conexión con los otros delanteros le está costando. Ni con Messi ni con Suárez ha logrado, de momento, la química necesaria. No es nada nuevo en su carrera: al francés siempre le costó en los primeros meses en sus equipos.

Le ocurrió en la Real. Y se repitió en un Atlético, donde no explotó hasta que encontró su posición ideal en el campo. En el Barça la ocupación de los espacios le está costando. Sobre todo con un Messi al que le gusta moverse con libertad partiendo de la banda derecha. Justamente el movimiento más natural de Griezmann.  

Los números entre ellos subrayan la desconexión actual. Aunque en el último encuentro ante el Betis el argentino dejó al francés solo ante el portero. No acertó Griezmann, que ya en el vestuario felicitó a Messi con un abrazo. La escena la captaron las cámaras.

La imagen llamó la atención al mostrar la intimidad de los jugadores. La secuencia es el trayecto de Messi desde que acaba el partido hasta que llega al vestuario. En ella vemos al argentino con pose de líder. Ya sin camiseta, pero aún con el brazalete, saludando a gente del staff y compañeros que se cruzan en su camino. 

Uno de ellos es Griezmann. Una escena que deja entrever que la relación se ha vuelto menos distante de lo que el propio francés reconoció cuando dijo aquello de que son dos personas que “hablan poco”. 

Pero hay más detalles de los intentos de Suárez y Messi para mejorar la adaptación del francés. Griezmann estuvo, junto a su pareja, en el 30 aniversario de Sofia Balbi, la mujer de Suárez hace solo unos días. Una fiesta a la que acudieron otros jugadores del núcleo duro del vestuario como Jordi Alba, Sergio Busquets y Leo Messi.   

Un ejemplo de los intentos de la plantilla para tratar de mejorar la integración del ex del Atlético. En el club están convencidos de que Griezmann terminará encontrando su mejor versión en el equipo. También el francés cree que está en un proceso, como ya le ha ocurrido en el pasado en su carrera. 

De su mejora dependen en gran parte las opciones del Barça de dar un salto competitivo en lo que resta de temporada.