Hoy puede ser un gran día

El Barça, a un solo partido de borrar de un plumazo su pasado reciente en Europa: la última vez que los blaugrana estuvieron en semifinales fue hace cinco años

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Pedri: "El PSG no nos regalará nada, tenemos que salir a comérnoslos"

Pedri habló en rueda de prensa antes del encuentro ante el PSG / FCB

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Turín, Lisboa, París, Liverpool, Roma... Son tantas las derrotas humillantes que es imposible no acordarse de ellas, aunque sea a modo preventivo, antes de encarar uno de los partidos más importantes de la historia reciente del Barça. Cada una de ellas reabrió de un zarpazo cruel la herida que dejó la anterior, debilitanto la piel blaugrana y dejando en carne viva el dolor que suponía cada salida europea. No, el Barça-PSG de este martes no es un partido más.

"Són molts anys plens d’afanys, són molts gols que hem cridat i s’ha demostrat, s’ha demostrat, que mai ningú no ens podrà tòrcer (no confundir con vencer, como recuerda Pep Antoni Roig, estudioso de Espinàs, coautor junto a Jaume Picas del 'Cant del Barça'". El Barça ha caído muchas veces, pero nunca ha sido derrotado de forma definitiva porque en su alma reposa la identidad de quienes, desde 1899, lucharon por convertir a este club en lo que es hoy. No, el Barça-PSG no es un partido más.

En este Barça-PSG que se disputa en Montjuïc, exilio forzado de un club que hoy intenta mantenerse fiel a sí mismo sobreviviendo a la implacable dictadura capitalista impuesta por los fondos de inversión, hay mucho más que una clasificación para semifinales en juego. Superar a quienes han buscado convertir una entidad sin apenas historia, el PSG, en una réplica blaugrana a base de inversiones multimillonarias catarís es lanzar un mensaje externo y otro interno. Ambos igual de importantes.

La previa del FC Barcelona - PSG

La previa del FC Barcelona - PSG / SPORT

El viejo régimen no se rinde

Que el Barça se plante en semifinales sería la victoria del viejo régimen respecto al que busca imponerse a base de operaciones ajenas al propio fútbol. De hecho, en estos cuartos de final conviven estas dos almas, con clubs como el propio Barça, el Bayern o incluso el Real Madrid, frente a otros como el Manchester City o, por supuesto, el PSG. Aunque este no es, ni de lejos, el motivo principal por el que el partido de esta noche no es uno más para la entidad blaugrana.

Imagen de la afición azulgrana durante el partido en el Parque de los Príncipes

Imagen de la afición azulgrana durante el partido en el Parque de los Príncipes / Valentí Enrich

La ruina económica, que sigue siendo una realidad, amenazaba con llevar al club hacia una travesía en el desierto prolongada en el tiempo. Quienes gestionaron el club de forma irresponsable hasta llevarlo prácticamente a la bancarrota, estuvieron a punto de convertir al Barça en el Milan de los últimos quince años o el Manchester United de la última década. No lo lograron porque, al contrario que estos dos clubs, el alma blaugrana no reposa en el dinero, sino en su modelo de propiedad.

Respuesta al cortoplacismo del entorno

Y, gracias a La Masia (el nexo de unión entre los diferentes proyectos de las últimas décadas y por ello es imperativo incluir aquí al actual entrenador, Xavi Hernández), este Barça está sobreviviendo con tal dignidad que es capaz de plantarse en la vuelta de cuartos de final de la Champions. El cortoplacismo imperante en el entorno buscó destruirlo todo antes de, ni siquiera, dar la oportunidad de seguir compitiendo un año después de ganar la Liga.

Dembélé ante Cubarsí en el PSG - Barça

Dembélé ante Cubarsí en el PSG - Barça / EFE

Apartar la mirada del último partido es la mejor receta para tener la perspectiva necesaria para analizar con criterio. Y ahí están los datos para ello: si el Barça llega a semis, sería la tercera que lo logra en once temporadas. Muy lejos queda ese periodo, de la 99-00 a la 13-14, en el que se jugaron nueve semifinales y se ganaron tres Champions. Hace cinco años que el Barça no pisa las semifinales de la Champions. Ahora está a un paso. No, el Barça-PSG no es un partido más. Y hoy puede ser un gran día.

Montjuïc estará lleno hasta la bandera

El Estadi Olímpic Lluís Companys vivirá el partido más decisivo de todos los que ha disputado el Barça hasta la fecha. Están en juego unas semifinales de Champions y eso no ocurre cada día. Y la respuesta de la afición estará a la altura de las circunstancias. De hecho, no quedan entradas y el estadio registrará el lleno total, rondando la misma cifra que se alcanzó en la vuelta de octavos ante el Nápoles (50.301 espectadores). Es posible, incluso, que se supere porque la capacidad oficial del recinto es de 55.926. De todas esas localidades, 2.600 estarán ocupadas por aficionados del PSG, que agotaron sus entradas para viajar a Barcelona soñando en la remontada.